Texto: Hugo León
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José Pepe Mujica, expresidente de Uruguay y símbolo de la izquierda latinoamericana, falleció a los 89 años de edad tras una larga batalla contra el cáncer.
En 1994 fue electo diputado por Montevideo; 5 años más tarde senador; y en 2010, presidente de Uruguay con casi el 55% de los votos.
Mujica tuvo primero cáncer en el esófago y luego en el hígado; cuando se comprobó la metástasis decidió no seguir luchando.
¿Quién era Pepe Mujica?
Su nombre completo era José Alberto Mujica Cordano, y nació el 20 de mayo de 1935 en el barrio Paso de la Arena, en la periferia rural de Montevideo.
A los 14 años exigía en las calles reivindicaciones salariales para los obreros de su barrio y en 1964 se sumó a la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
Estuvo preso 4 veces y participó de 2 escapes, uno de ellos legendario, en septiembre 1971, cuando 106 guerrilleros huyeron de la cárcel de Punta Carretas, en Montevideo, por un largo túnel cavado durante meses. Fue recapturado y en 1972 se convirtió en uno de los “nueve rehenes” del régimen militar.
Durante su presidencia propuso discutir la propiedad de los grandes latifundistas y resolver el problema de la mano de obra en el campo, impulsó una agenda de derechos que fue vanguardia en la región: legalizó el aborto y el matrimonio igualitario y reguló el comercio y el consumo de marihuana.
Asimismo, durante su mandato, la economía de Uruguay registró un crecimiento promedio anual del 5,4%, lo cual permitió reducir el desempleo al 6,5% para diciembre de 2014 y la tasa de pobreza al 11,5%.
Pepe Mujica, el presidente más pobre del mundo
En entrevista concedida a Juan Carlos de Borbón en 2015, horas después de dejar el cargo, le dijo: “Dicen que soy un presidente pobre. Pobres son lo que precisan mucho. Yo aprendí a vivir liviano de equipaje. Tú no puedes, porque tuviste la desgracia de ser rey”.
Uno de los aspectos que más lo distinguió fue su estilo de vida lejos de los lujos del poder: donó la mayor parte de su salario presidencial a causas benéficas. Fue así que se ganó el apodo de “el presidente más pobre del mundo”.
“No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”, afirmaba.
Antes de morir, Mujica pidió que ya no le pidiesen entrevistas. «Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo al semanario Búsqueda.