Foto: AFP
Texto: Hugo León
El presidente Pedro Castillo, mandatario de izquierda de la nación suramericana, disolvió hoy miércoles el Congreso del país y anunció el establecimiento de un Gobierno de excepción, sin embargo poco más tarde fue destituido por el propio Congreso.
Castillo, quien asumió el poder en julio de 2021, anunció además en una alocución a todo el pueblo que se convocaría cuanto antes a elecciones para formar otro Congreso con facultades constituyentes y elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor a nueve meses, mientras tanto, pretendía gobernar mediante decretos ley.
Según él, tomó la decisión para restablecer el Estado de Derecho debido al reclamo ciudadano a lo largo del país.
La decisión, de acuerdo con analistas internacionales, llega en medio del asedio del que ha sido objeto el mandatario, a causa de la crisis política en la nación desde que comenzó a gobernar.
No obstante, el presidente no encontró suficiente apoyo. Entre las filas de la propia izquierda peruana se calificó la acción como un golpe de Estado en marcha, en palabras de Vladimir Cerrón, presidente de Perú Libre, partido por el cual Castillo ganó las elecciones.
Mientras tanto, sus ministros dimitieron uno tras otro y el embajador de Perú ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) presentó su renuncia, en tanto consideraba que las medidas adoptadas por el presidente implicaban una ruptura con el orden democrático.
El expresidente Ollanta Humala expresó su rechazo a través de sus redes sociales y calificó a Castillo de dictador. Por su parte, la líder opositora Keiko Fujimori pidió al Congreso la destitución del presidente y a las Fuerzas Armadas que respalden el orden constitucional en el país.
Fuerzas Armadas y la Policía peruanas rechazaron la decisión de Castillo; Estados Unidos instó al presidente a revertir su decisión, y por su parte los congresistas decidieron continuar la sesión a pesar del anuncio del aún presidente, por lo que votaron por mayoría su destitución y citaron a Dinla Boluarte, actual vicepresidenta, para que asuma el cargo.
Castillo debía haber enfrentado esta tarde a su tercera moción frente al Congreso, sin embargo al adelantarse y tomar el rumbo anteriormente mencionado, este órgano votó por la destitución con 101 boletas a favor, de los 87 necesarios según la Constitución peruana.
La Mesa Directiva de la Cámara planteó una “vacancia por incapacidad moral” contra el presidente.
Expertos y medios internacionales calificaron la medida de Castillo como una “huida hacia adelante” que recuerda el “autogolpe» de Fujimori de 1992, quien en el 5 de abril de ese año anunció el cierre de las puertas del Congreso e intervino el Poder Judicial. La diferencia es que en esta ocasión, el mandatario actual no tiene la popularidad de Fujimori en ese momento ni tampoco el respaldo militar.
Pasadas la una de la tarde, hora local, Castillo abandonó el Palacio de Gobierno y se trasladó a la sede de la Prefectura, donde fue detenido, informó el diario peruano El Comercio.
Según ese medio, Pedro Castillo fue detenido por la Policía Nacional bajo condición de “flagrancia” y Aníbal Torres, ex primer ministro, sería su abogado defensor.
Entretanto, la Junta de Fiscales Supremos anunció acciones legales tras lo que consideró un quebrantamiento del orden constitucional.