Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Jorge Luis Baños | CN360
En un mes simbólico para la comunidad LGBTIQ+, el Ministerio de Salud (Minsa) de Perú ha hecho público un decreto que considera las personas de esta comunidad con problemas de salud mental por sus identidades, lo que supone un retroceso del país en la lucha contra la discriminación y reconocimiento de los derechos a la diversidad sexual.
Justo cuanto este viernes 17 de mayo se celebran 34 años desde que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), incentivo que sirvió de inspiración para instituir el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia desde el 2005, llega esta noticia que ha indignado a buena parte del mundo, vinculadas o no con la comunidad.
Firmado por la presidenta Dina Boluarte, el documento actualiza el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), con una lista detallada de las condiciones, intervenciones y atenciones que son financiadas a todos los asegurados y que debe regir tanto en los centros de salud públicos y privados de este país.
En este sentido, ha incorporado nuevos diagnósticos dentro de los trastornos mentales y del comportamiento, y expone, de hecho:
“El transexualismo, el transvestismo de rol dual, el trastorno de la identidad de género en la niñez, otros trastornos de la identidad de género, el transvestismo fetichista y la orientación sexual egodistónica” como problemas de salud mental, aún cuando la OMS excluyó la transexualidad de su manual de enfermedades desde hace dos años.
Por su parte, el colectivo Más igualdad Perú, recolectó firmas para enviarle una carta al ministro de Salud, César Vásquez.
Al respecto, Percy Mayta Tristán, director del área de investigación de la Universidad Científica del Sur, dejó bien claro en el medio Perú 21:
“La población trans no tiene acceso al servicio de salud, porque tiene problemas con el Documento Nacional de Identidad (DNI); en teoría, es una forma ‘en buena intención’ de dar acceso. El problema es que usan el CIE-10, que le está diciendo que está enferma; entonces, la comunidad LGTBI, la población trans, se opone y dice: ‘¿cómo quieres que me acerque al servicio de salud si ya me están diciendo que estoy enfermo por ser trans?”.
La única respuesta que ha dado hasta el momento el Ministerio de Salud es un comunicado contradictorio, donde afirman que la diversidad de género y sexual no son enfermedades ni trastornos, pero el decreto es para “garantizar que la cobertura de atención sea completa en salud mental”.
Irónicamente, concluye esta nota con: “El Minsa reafirma categóricamente el respeto de la dignidad de la persona y su libre accionar en el marco de los derechos humanos, brindando servicios de salud en su beneficio”.