Texto: Redacción Cuba Noticias 360
«Ahora dice usted que España tiene que pedir perdón. Y, ¿usted cómo se llama? ‘Yo me llamo Andrés Manuel López Obrador’. Andrés por parte de los aztecas. Manuel por parte de los mayas», dijo el expresidente español José María Aznar al presidente mexicano, y esta “burla racista” ha provocado una ola de rechazo en México y Latinoamérica.
Cuba y Venezuela, aliados del gobierno mexicano, respondieron al expresidente español por esta burla, respuesta de la petición de perdón que hizo el mandatario mexicano a España, por los agravios cometidos a los pueblos originarios durante la Conquista.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, la calificó de «deplorable» la «burla racista» que hizo Aznar durante la convención nacional del conservador Partido Popular (PP). Es evidencia de «la apología de los crímenes de la Conquista, la esclavitud, el exterminio y de su pensamiento supremacista», refirió en Twitter.
También la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, hizo referencia a los supuestos orígenes de su apellido, ya que lo asoció al latín ‘asinarius’, que significa «el que cuida o cría asnos».
En este sentido comentó en Twitter: «José María Aznar tuvo como gran logro en su vida convertir su apellido en un verbo intransitivo. Seguiremos estupefactos a la espera de su próximo rebuzne»
Por su parte, el partido oficialista, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), mostró su «repudio tajante» a las declaraciones de Aznar, y el propio López Obrador evitó referirse al tema durante su habitual conferencia matutina del viernes, al afirmar que dichos comentarios no le afectan.
Ante de este suceso, en marzo de 2019, López Obrador informó que había enviado una carta dirigida al rey Felipe VI, en la que le instaba a pedir disculpas por las «matanzas» e «imposiciones» perpetradas durante la Conquista.
Pese a que España no ha ofrecido disculpas, el Vaticano ha enviado un mensaje a México, con motivo de la conmemoración de los 200 años de independencia del país, donde la Iglesia reconoce los excesos cometidos en el pasado.
