Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
A pesar de la difícil situación alimentaria que atraviesa el país, no es la primera vez que salen a la luz robos en las bodegas de la isla. Esta vez, la noticia llega desde Las Tunas donde los delitos en 97 entidades durante el 2023 han dejado cuantiosas pérdidas económicas.
Según declaraciones de Raymel Espinosa Saborit, director de Comercio en la oriental provincia, al diario estatal Periódico 26 estos actos delictivos representan el 84.7% de las pérdidas por concepto de robos o malversaciones en el territorio.
En total, en los ocho municipios de la provincia, los sucesos en bodegas ocasionaron una afectación por más de dos millones de pesos cubanos (CUP).
Muchos han sido los productos sustraídos, entre los más afectados se encuentran 43 900 libras de azúcar, 30 000 libras de arroz, 1 180 libras de frijoles, 927 litros de aceite, así como otros de la canasta básica como café, chícharos y compotas para niños.
En cuanto a las localidades, la más golpeada por los robos ha sido Puerto Padre, con 30 bodegas saqueadas y pérdidas económicas de 579 890 CUP.
Este año, por su parte, se han registrado otros 18 robos en las bodegas tuneras, territorio que cuenta con un total de 692 establecimientos.
Las investigaciones de cada uno de los hechos han sido realizadas por el Ministerio del Interior (MININT) cuyos reportes concluyen que las principales causas de los robos son la poca iluminación y la falta de protección en las bodegas.
Para intentar paliar esta situación, Espinosa Saborit indicó que están realizando un análisis para convertir plazas en puestos de custodios y mejorar la seguridad, aunque admitió que esta no sería la solución más eficaz ni cubriría todas las bodegas tuneras. De las casi 700 existentes solo 44 tienen custodios.
Otras de las posibles soluciones para evitar los delitos fue la colocación de botellas y latas en las ventanas, poner rejas y candados, o implementar una guardia obrera.
No obstante, el directivo aclaró: “Y que nadie crea que una lata o una botella detrás de una puerta o ventana frena a los raptores, pues dentro no hay nadie que escuche, y fuera, muy pocos”.
