Foto: Cuba Minrex
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
La visita de Díaz-Canel a Rusia tiene un sentido estratégico. El presidente cubano quiere volver a convertir a esta potencia en su aliado fundamental, como lo fue la URSS en su momento. De hecho, el mandatario ha reconocido que la situación que vive el país que gobierna es de «emergencia» y la vida es cada vez mas «dura». Pero, ¿serán los acuerdos con Putin la solución para la crisis cubana?
Actualmente, el presidente habla de seis proyectos de negocios que están en funcionamiento con el empresariado ruso. Se proyectan muchos más, porque la idea es sacar del naufragio a la economía cubana. El problema es que su discurso no da detalles específicos de estos acuerdos, más allá de ligeras menciones:
“Hay cuatro que se han aprobado recientemente y se van a comenzar a implementar; y hay otros cinco que se han presentado y sobre los cuales se están haciendo las valoraciones conjuntas para concluir con su aprobación”, comunicó, advirtiendo que estos se enfrascaban en cuestiones prioritarias para la Isla: la energía y los alimentos.
Sus palabras sí confirman algo: estos acuerdos no avanzan con la necesaria rapidez, incluso mencionó dificultades de el por qué de los atrasos.
Si algo no pierde Díaz-Canel es la esperanza, creyendo que esto «da confianza y un resultado muy positivo en materia de colaboración, en materia de relaciones» e influye positivamente «en la vida de nuestro pueblo dentro de tanta dureza que tiene que enfrentar cotidianamente».
Rusia, hasta el momento, no ha sido un gran proveedor de combustible, como una vez promocionó Bruno Rodríguez, canciller cubano. Aunque ha provocado cierto alivio a la crisis energética, la solución todavía está muy lejos.
La nación aliada también proyectaba un papel importante como suministrador de fertilizantes, sin embargo, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) confirmó una caída abrupta en 2023.
Apenas aterrizó, Díaz-Canel no hizo más que elogiar hacia Vladimir Putin, ya en su quinto mandato presidencial. Esta es la cuarta vez que el mandatario cubano visita Moscú, anteriormente fue en 2018, 2019 y 2022.
