Foto: Ana Hurtado | Facebook
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En un inusual artículo recientemente publicado por Cubadebate, la española Ana Hurtado, quien se define a sí misma como periodista, documentalista y comunicadora en redes sociales, la emprende contra los influencers; pero no contra esta figura en general, sino contra los influencers que ella califica como “revolucionarios”.
Un personaje creado que representa a la sociedad de consumo: así define Hurtado a ese ente de las plataformas virtuales que promueve la compra de cosas, productos, servicios, estilos de vida… ideología, al fin y al cabo.
“Desde el surgimiento de este fenómeno, siempre lo he visto sin dudar como un recurso del capitalismo. En mi país de origen; en los de alrededor. He estado familiarizada. Lo tengo bien contextualizado —argumenta la española—. Pero cuál sería mi sorpresa cuando he venido a ver el mismo fenómeno, mal copiado, dentro de la sociedad revolucionaria. ¡Oh, my God! Como dirían los anglosajones, metiéndonos en contexto”.
En un ejercicio de retórica discursiva, Ana se pregunta si es necesario que las revoluciones hagan uso de estas figuras exportadas. “Y me contesto a mí misma: las revoluciones, no; individuos dentro de las revoluciones bajo el título de revolucionarios. Y no solo en la cubana, en cualquier país dentro del ámbito de la izquierda y del progresismo. Lamentablemente, asistimos a un fenómeno en el que hay influencers revolucionarios”.
Según la española, que vive en Cuba por temporadas y ha sido recibida por las más altas esferas gubernamentales de la isla, incluido el presidente Miguel Díaz-Canel, es fácil detectar las nuevas tendencias: copian estilos de titulares a la prensa internacional, hacen encuestas para generar polémicas sobre temas delicados, dicen verdades a medias y con poca ética para adquirir visibilidad en busca de los tan ansiados Me Gusta.
“¿Somos nosotros, las mujeres y hombres de ética, conscientes del daño y la degradación que estos fenómenos hacen a los movimientos de izquierdas y revolucionarios?”, se cuestiona en el referido artículo en el que, también, llama a estos personajes “bufones de turno”.
En medio de tantas preguntas que se formula Hurtado, una resulta particularmente hiriente para los influencers aludidos: “¿Nos hemos planteado que quizás los que hoy buscan fama y visibilidad, en un futuro puedan cambiarse de bando buscando el dinero? Precedentes, hay”.
Con razón o sin ella, lo que realmente llama la atención en el artículo de Cubadebate es la falta de contexto, la referencia al fenómeno en general sin poner ejemplos concretos, detalle señalado por no pocos comentaristas que, de seguro, comparten la misma duda: ¿contra qué influencers “revolucionarios” arremete exactamente Ana Hurtado?
