¿Cuánto cuesta una de las bebidas más baratas de Cuba?

Texto: Redacción Cuba Noticias 360

El granizado es la bebida de los pobres, no solo en Cuba, sino en buena parte de América Latina, donde también se le conoce como raspado o rallado. Al estar compuesto únicamente por hielo, sirope y agua, el granizado ha sido el alimento que las personas suelen comprar en las calles, sin demasiados escrúpulos, para mitigar las altas temperaturas imperantes en la isla durante casi todo el año.

Estudiosos datan el inicio de este negocio durante los primeros años de la República, poco después de fundarse en Cuba las dos primeras fábricas de hielo, La Tropical y La Polar. Desde aquel momento, cuando costaba uno o dos centavos, el granizado siempre clasificaba como la opción más asequible.

Sin embargo, como todo en la viña cubana del Señor, hasta los granizados se han montado en la espiral de la inflación que viene exprimiendo los bolsillos del pueblo en los últimos meses.

En solo una década, el granizado ha multiplicado más de ocho veces su valor, pues si en 2012 un vaso costaba 2 pesos, a finales del año pasado cotizaba por encima de los 15 pesos y este mes dio un salto con garrocha hasta los 25 y hasta 50 pesos en algunas zonas del país.

A ese precio, la refrescante bebida se ha alejado de sus más fieles consumidores: jubilados, personas de escasos recursos, niños y adolescentes cuyos padres no pueden costear todos los días un refresco enlatado.

Para defender el disparo de los precios, los vendedores apelan a los más disímiles —algunos comprensibles— argumentos: que a ellos nadie les vende barato nada; que la libra de hielo también ha subido; que el sirope está por las nubes; que deben invertir en vasos desechables y que le han elevado hasta el alquiler del local para guardar el carrito.

“Todo sube y uno también tiene que vivir. Los vasitos, los absorbentes, todo ha subido”, explica uno de estos merolicos del hielo saborizado a la prensa, y a seguidas relata que el Zuko le ha salvado la vida, pues gracias a ese refresco instantáneo ha podido sobrellevar la crisis de azúcar.

En materia de inversión, el hielo es lo más económico, porque la cubeta de hielo frapeado sale entre 70 y 100 pesos, aunque se encarece cuando el verano dice aquí estoy yo y cuando, sobre todo en el interior del país, los frecuentes apagones impiden que el agua se congele rápido en las neveras.

No obstante, las mil y una razones, el encarecimiento de los granizados ha espantado a buena parte de la clientela, que no puede darse el lujo de pagar, por tres o cuatro sorbos, 50 pesos de su salario o, peor aún, de su chequera de jubilado.

Los pintorescos carritos siguen ahí, salpimentando el paisaje de todos los pueblos de Cuba. Incluso en las redes sociales abundan los anuncios de compra y venta de estos medios, personas interesadas en alquilarlos o en trabajar para los dueños. Pero cada día son menos los cubanos de a pie que pueden comprarse un granizado.