Fotos: Jorge Luis Baños
Texto: Hugo León
“Creo que vamos a tener nuevamente una victoria revolucionaria en estas elecciones (…)”, dijo poco después de votar en Santa Clara en las elecciones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Habría que ver, atendiendo al formato de las elecciones y al esfuerzo del gobierno, si en primer lugar acaso otra cosa era posible, y a qué apuntan los números que arrojó el proceso.
Las elecciones en números
De acuerdo con el Consejo Electoral Nacional (CEN) de Cuba, las elecciones convocaron a ocho millones 120 mil 72 electores, de los cuales ejercieron su derecho al voto seis millones 164 mil 876, para el 75,92 por ciento del padrón electoral.
Del total de boletas depositadas en las urnas, el 90,28 por ciento fueron válidas, con el 6,22 por ciento en blanco (383 mil 455) y anuladas el 3,5 por ciento (215 mil 770).
Esto, llevado a números totales, quiere decir que dos millones 554 mil 421 personas no “comulgaron del todo” con el proceso del domingo, más del 31 por ciento de los llamados a votar. La cifra puede considerarse elevada si se tiene en cuenta el despliegue de medios y propaganda de las últimas semanas.
La cantidad de desafectos con las elecciones en esta ocasión resultó ser también mucho mayor que la de las pasadas elecciones generales de 2018, en las cuales se alcanzó un 82,90 por ciento de participación.
El número de votantes ha ido en descenso desde 2008. En ese año, la participación electoral llegó hasta el 96,89 por ciento del total de electores inscritos en el padrón electoral según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Luego, en 2013, disminuyó al 85,65 por ciento.
A todas estas, no existe ningún otro método de verificación de los datos que no sean los partes del CEN, los cuales, desde horas tempranas, ya auguraban un retroceso en la cantidad de votantes.
Este 26 de marzo de 2023, para el segundo parte electoral a las 11:00 am había votado cerca de 600 mil cubanos menos que a la misma hora en 2018. A las 2:00 pm la diferencia se hacía más evidente, con un ocho por ciento menos de votantes hasta la misma hora y para las 5:00 pm se mantuvo la estadística.
Cabe destacar que los comicios fueron extendidos una hora, hasta las 7:00 pm, pues el CEN alegó que la medida era necesaria en respuesta a “solicitudes recepcionadas desde los territorios”. Esto, que tampoco puede ser verificado, fue la misma justificación de ese órgano electoral durante las elecciones municipales de noviembre de 2022.
La ley electoral vigente indica que el CEN tiene la facultad de extender el horario de las elecciones en ciertas circunscripciones cuando “causas de fuerza mayor lo aconsejen”. No obstante, todos los reportes de medios estatales señalaban que la jornada transcurría sin incidencias.
¿Qué se elegía?
Los cubanos votaron a los 470 miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en una Legislatura en la que todavía hay miembros que las han integrado todas, incluyendo a Ramiro Valdés, José Ramón Machado Ventura y el propio Raúl Castro. Esto significa que son diputados de la Asamblea desde que se conformó el órgano en 1976.
Algunas de las críticas más frecuentes al proceso es que como elecciones “no buscan elegir sino ratificar a un conjunto de personas”. Al respecto cabe recordar que el formato de las boletas es muy simple, solo se permite votar por algún candidato específico o “por todos”.
Además, para votar, los cubanos necesitan tener algo denominado residencia efectiva, que se determina a partir de la presencia física del ciudadano en el territorio, pero la ley cubana no es específica los términos que deben cumplirse en este sentido.
Lo que sí está claro es que no pueden votar los cubanos emigrados, algo que da lugar a especulaciones sobre si esto se debe al temor del Estado cubano de que los números en los resultados de las votaciones dejen de ser tan generosos.
Fuentes cercanas a este medio confirmaron que ayer algunos pioneros y también autoridades de las mesas electorales visitaron en horas de la tarde casas de personas que no habían ido a votar, o en su defecto enviaron la boleta con los pioneros. Lo cual puede ser visto como una forma de presión.
Además, de acuerdo con la agencia de noticias EFE, algunas organizaciones y plataformas cubanas independientes denunciaron otras irregularidades como la publicación tardía de algunos padrones electorales, colegios sin censos públicos y donde votaban personas no inscritas, así como otros donde electores registrados no pudieron votar.
Para no pocos analistas, la tendencia a la baja en la participación electoral se debe a varios factores, entre ellos el deterioro de las condiciones de vida en el país y la imposibilidad de las fuerzas rectoras de la nación de encontrar a lo largo de los años formas para mejorarlas.
También citan el deterioro de la legitimidad de las instituciones políticas de la isla y su incapacidad para incentivar la participación política como antaño.
