Fotos: Roy Leyra | CN360
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Si algo ha caracterizado históricamente a las instituciones cubanas, y en especial a las deportivas, es su capacidad de crear falsas expectativas y realizar anuncios grandilocuentes que en muchos casos terminan en decepciones aún mayores. Ha sido una tendencia que hemos vivido fundamentalmente después de la pandemia, debido a la grave crisis económica que atraviesa el país.
Sin embargo, el Inder parece que no aprende de sus propios errores y en vez de entrar al nuevo año discretamente tras un 2022 plagado de desaciertos organizativos (recordemos los casos de la Liga Élite, Liga Superior de Baloncesto o Liga Cubana de fútbol, por solo citar los ejemplos más sonados), vuelven a la carga con otro calendario inflado de competiciones bastante difícil de ejecutar sin inconvenientes.
En el actual almanaque, Cuba espera acoger 204 eventos entre nacionales y foráneos, de acuerdo al anuncio que realizó recientemente a medios estatales el vicepresidente del citado organismo, Omar Venegas. Entre ellos destaca la LXII Serie Nacional de Béisbol, prevista a comenzar el próximo 22 de marzo.
El principal espectáculo deportivo de la isla extenderá su primera etapa hasta el 3 de junio y allí se realizará una pausa por los Juegos Centroamericanos y del Caribe del San Salvador a los que acudirá una selección de peloteros de la SNB. Luego de la cita regional se reiniciarán las acciones del campeonato con los playoffs en la primera semana de junio.
Pero antes de llegar a ese momento, el actual cronograma ya presenta deficiencias, principalmente asociadas al tema de la transportación de los atletas, motivo por el cual no arrancará este fin de semana el torneo nacional de fútbol y tampoco la versión femenina de la LSB, según reveló el propio Venegas, aunque no dio fechas para su comienzo.
En ese sentido, el directivo explicó que La Habana tendrá una mayor implicación en el nuevo calendario y deberá asumir certámenes habitualmente organizados en otras provincias. Respecto a la capital hizo un paréntesis para referirse al nuevo modelo de gestión económica que regirá al Estadio Latinoamericano.
La emblemática instalación beisbolera se convertirá en una unidad presupuestada con tratamiento especial, que contará con un carácter experimental durante un año para evaluar su factibilidad y si da resultado extender la experiencia a otras instalaciones del país.
Aunque el grueso de las competiciones que se prevén para 2023 poseen carácter doméstico, sobresalen algunas lides internacionales como el tope que en marzo sostendrá en Cuba un equipo ruso de beisbol, que se presentará luego en los V Juegos del Alba, en Venezuela.
Venegas también abordó la posibilidad de que se organice en La Habana o Varadero un gran premio de levantamiento de pesas, un evento de clase mundial al que pudieran asistir más de 400 participantes de 60 países.
A la espera de más detalles sobre ese torneo, los focos mediáticos giran hacia el Iberoamericano de Triatlón, que luego de dos años de ausencia regresará el último fin de semana de febrero en su habitual circuito habanero de la Marina Hemingway al Hotel Nacional.
La realidad del deporte cubano en el 2023 no parece distar mucho del anterior año, pues se mantienen las mismas dificultades, sobre todo económicas, que hicieron de los pasados 12 meses un constante asidero de problemas de todo tipo.
Asimismo, Cuba asumirá internacionalmente varios retos de gran nivel que demandarán grandes inversiones logísticas, como el inminente V Clásico de Béisbol en marzo, o dos importantes citas multideportivas: los ya referidos centroamericanos de junio El Salvador, y los Panamericanos de Santiago de Chile, en octubre y noviembre.
