Foto: Cover de la Película
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Las numerosas comedias del cine cubano han dejado un legatario de frases y personajes que aun hoy permanecen en la memoria de los públicos. Pero, sin duda alguna, una de las producciones cinematográficas enmarcadas en este género que más popularidad aún tiene hoy es Los pájaros tirándole a la escopeta.
En este 2024, el filme dirigido por Rolando Díaz cumple cuarenta años de su estreno, y como bien ha dicho su director: “se dice pronto”, pero mucho ha pasado en Cuba y las familias, desde esta comedia de corte costumbrista que contaba con la mejor banda sonora que se podía pedir: “Los Van Van”.
Los pájaros… fue una deliciosa oportunidad para ver en escena a la gran Consuelo Vidal junto a ese actor inmortal que es Reynaldo Miravalles, ambos compartían en escena con una veterana, pero siempre vivaracha, Silvia Planas. Los roles protagónicos fueron la crónica del éxito anunciado: unos jóvenes Beatriz Valdés y Albertico Pujols, que ya demostraban la gran escuela actoral que tenía Cuba.
En su perfil de Facebook, Díaz confiesa que “de aquel joven soñador que a los 34 años escribía a mano, sobre aquellas hojas largas y marchitas de 8 x 13, el guion de una comedia cuya repercusión a mí mismo me sorprendió, queda el casco y la mala idea…”.
Aunque había anunciado la posibilidad de una segunda parte de su icónica comedia, el director se encuentra actualmente enfrascado en la que, considera será su última película y lleva por título Adiós Cuba. A pesar de que no vive en la Isla caribeña desea que su despedida cinematográfica sea hablando “de nuestros temas”.
Como ya lo haría con Los pájaros… que, si bien resultó un filme completamente enmarcado en lo que se concebía como un utópico proyecto social cubano, no dejó de hablar de las relaciones familiares, de roles de géneros y de tradiciones muy cubanas.
Ya desde el mismo título, Díaz aseveraba que el conflicto intergeneracional era algo que le interesaba hablar, pero también una relación que marcaba el desarrollo histórico de la isla caribeña, y de cualquier sociedad, a decir verdad.
El filme obtuvo el Tercer Premio Coral en el VI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en 1984. Y también fue seleccionado entre los filmes más significativos del año de la Selección Anual de la Crítica en 1984.
