Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Griselda Netflix | Instagram
Por estos días se habla mucho de una serie de Netflix que narra una historia de las mayores narcotraficantes colombianas, Griselda Blanco, la cual es interpretada por la carismática Sofía Vergara, actriz y productora que al conocer la existencia de una de las fundadoras de los cárteles más poderosos de la historia, quedó impactada.
Griselda, se narra mayormente en Miami, recreando los años 70 y 80, etapa donde Blanco viajó a la ciudad para establecer su negocio, que fue tan conocido que la narco alcanzó el famoso sobrenombre de La Madrina.
En la serie recurren a un grupo de inmigrantes cubanos que lograron llegar a Florida, entre abril y octubre de 1980, quienes partieron del Puerto Mariel en Cuba rumbo a los Estados Unidos. Se usa, precisamente, el apodo de Marielitos, alías que tuvo una connotación negativa, pues a partir de la llegada de estos migrantes, se les relaciona inmediatamente con las redes de tráfico de drogas.
Como cuenta esta propuesta, Blanco ve en Los Marielitos un campo de cultivo para endurecer su guerra contra los capos del Cártel de Medellín, quienes le arrebataron su territorio.
Varias reportes policiales confirman que Blanco verdaderamente sí reclutó a decenas de Marielitos que ya pertenecían a pandillas para cometer asesinatos, siendo su brazo armado para ejecutar diversos crímenes.
Recordemos que la historia del éxodo desde el Puerto Mariel ocurrió luego de un conflicto diplomático entre Cuba y Perú, impulsado por disidentes cubanos. De hecho, en abril de 1980, un grupo de cubanos en contra del gobierno de Fidel Castro se refugiaron en la embajada de Perú.
Una vez que Castro exigiera al gobierno peruano entregar a los disidentes para encarcelarlos, el gobierno peruano se negó. Usando otra táctica Fidel llamó a quien quisiera refugiarse en la embajada peruana lo hiciera, pues no habría represalias de ningún tipo. Esperando que Perú rechazara a más refugiados, al “lider” revolucionario el juego no le funcinó.
Luego de que cientos de cubanos ocuparon las instalaciones, patios y jardines de la embajada, Fidel anunció que permitiría sin ninguna restricción el éxodo de todo aquel cubano que quisiera salir de la isla con rumbo a Estados Unidos y en especial a Miami y abrió el Puerto Mariel: se desencadenaría así una de las mayores crisis migratoria de cubanos hasta el momento.