Texto: Raúl del Pino
Foto: Cordon Press
A pocas horas de confirmarse que Lionel Messi no seguirá en el París Saint Germain, el secreto peor guardado de las últimas semanas, una “bomba” sacudió al Real Madrid: su delantero estrella y capitán, Karim Benzema, abandonaría el club para marcharse a Arabia Saudita.
La nación árabe ha sonado recientemente como destino de varios futbolistas de renombre. El primero de ellos es el propio Messi, a quien sitúan en el Al-Hilal con un megacontrato de casi medio billón de dólares por dos años.
Pero a esa telenovela todavía le restan algunos capítulos para saber si el crack argentino finalmente devolverá su corazón a Barcelona, o se irá tras los millones a vivir los últimos años de su extraordinaria carrera entre jeques y altas temperaturas. En todo caso, la decisión se conocerá la semana próxima.
Mientras las especulaciones van y vienen como las mareas, el club merengue se ha convertido en el nuevo blanco de los ataques de la Liga saudí por fichar a sus vacas sagradas. A inicios de semana trascendió una oferta a Luka Modric, que hoy fue rechazada por el propio jugador.
Sin embargo, lo que actualmente hace correr ríos de tinta es la casi inminente salida de Benzema. De acuerdo con ESPN, el atacante galo se marcharía al Al Ittihad con un pacto similar al que aceptó Cristiano Ronaldo en diciembre y parecido al que tiene Messi sobre la mesa: 400 millones por dos temporadas.
El ganador del Balón de Oro 2022 está a punto de terminar una campaña bastante discreta si la comparamos con la que protagonizó el año anterior en el que se adjudicó el prestigioso galardón que otorga la revista France Football. A sus 35 años de edad, sabe que le queda poco al máximo nivel.
Los grandes medios de la capital española todavía no confirman su marcha a la espera de que sea el jugador o el equipo el que se pronuncie, pero de oficializarse, el goleador vestirá su último partido de blanco este domingo, en casa, ante el Athletic de Bilbao.
Al igual que el Barcelona que esta semana ha despedido por todo lo alto a Sergio Busquets y Jordi Alba, el Madrid debería rendirle honores a Benzema en el Santiago Bernabéu. El nueve es uno de lo más grandes jugadores de la historia merengue, si no el más, según algunos.
Sus cinco Champions y 25 títulos en 14 años, además de 353 goles (el segundo del club) y 165 asistencias (el primero) hablan por sí solos de un futbolista que marcó época y ha sabido vivir a la sombra de otras grandes figuras, como el mismo Cristiano, esperando su momento de brillar.
Si finalmente Benzema se va a Arabia y Messi lo hace la semana que viene, el mundo de fútbol tendría un nuevo epicentro de grandes estrellas en el mismísimo corazón del desierto. Eso sí, tales movimientos marcarán un antes y un después a base de puros millones.
Ya no se tratará de que los jeques compren clubes europeos y los llenen de petrodólares, como el Manchester City o el PSG. El nuevo escenario será de seducción y atracción. Llevarse de Europa a los mejores del mundo para que gasten sus últimos cartuchos allí.
Siguiendo esa línea de pensamiento trabaja el ministro de deportes saudí Abdelaziz Al-Faysal. Al hombre le preguntaron ayer por estas operaciones y bien sonriente solo atinó a decir: “Esperen los anuncios oficiales de los clubs, lo harán en su debido momento”.
