Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Para muchos cubanos las festividades de Navidad y el Fin de año se asocian con el tiempo y las comidas en familia en casa, además de la música y el dominó. No obstante, hace algunos años en la isla ha ganado espacio la noción de que el 24 y el 31 también se puede descansar de la cocina, comer y divertirse afuera.
¿Comer afuera en fechas señaladas?
La pregunta nos hace repasar algunos cambios económicos en la isla, como la apertura de cientos de restaurantes y bares privados y el surgimiento de proyectos audiovisuales que actualmente llenan los centros nocturnos y de ocio que durante décadas se mantuvieron cerrados o con casi nula programación.
Una buena parte de estos establecimientos da a conocer ofertas de cenas y actividades por Navidad y fin de año, que si bien no son para todos los bolsillos, son otra alternativa.
Los hoteles también se han sumado a la iniciativa con menús especiales y shows para la ocasión, algo impensable hace una década cuando los cubanos tenían prohibido entrar a los hoteles de su propio país.
Igualmente están los pasadías, que con un costo por persona incluyen almuerzo, comida y la estancia durante toda la jornada en una instalación hotelera y acceso a las áreas de entretenimiento. Nada mal para salir de la rutina y de la cocina y disfrutar en familia sin las preocupaciones de todos los días.
Pero todo lo anterior conlleva un gasto significativo y en muchos casos prohibitivo. La mayoría de las ofertas de cena de Navidad o fin de año de restaurantes a las que pudo acceder este medio superan los 40 USD por persona, es decir, más de 10 mil 800 pesos por comensal.
Muchos restaurantes ni siquiera se atrevieron a compartir los precios en redes sociales.
Quedarse en casa
Es bastante improbable que esas cenas puedan pagarlas quienes esta semana estuvieron al pendiente de las nuevas medidas económicas anunciadas por el gobierno como el aumento de precios. Todavía con más seguridad, no podrán pagarla quienes temieron la eliminación de la la libreta de abastecimiento porque dependen de ella, o sea, una buena parte del pueblo cubano.
Por otro lado está la opción de quedarse en casa y tener una cena, que en estas festividades tampoco es barato. Preparar platos tradicionales de la isla como cerdo asado, buñuelos, yuca con mojo y congrí es retador para el bolsillo, aunque no tanto como las salidas.
La situación económica del país determina que este sea un fin de año complejo para la familia cubana, sin importar su elección. No en balde decía el presidente que quisiera poder dar buenas noticias, pero lamentablemente, no es posible.
El alza de los precios ha sido un tema recurrente durante el 2023, y para las festividades de fin de año no podía ser diferente.
En un artículo reciente de Cuba Noticias 360 un lector cuestionaba “por qué siempre hay que hablar de que si las ofertas no son para todos los bolsillos o mencionar el salario promedio de la isla”… es lo normal, teniendo en cuenta las palabras del presidente y del primer ministro, que no quieren “dejar a nadie atrás”.