Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Como si no fuera suficiente la mala calidad y la poca cantidad de productos que mensualmente entran por la libreta de abastecimiento, dos “novedades” recibirán los cubanos por la llamada Canasta Familiar Normada: leche de soya sin azúcar y pan elaborado a partir de sémola de trigo.
Comencemos por partes. El tema de la ineficiente producción de pan en Cuba ya es recurrente. De hecho, es uno de los alimentos que más escasea desde hace algún tiempo por causas como el déficit de harina de trigo, el incumplimiento de contratos y la demora en la llegada de los barcos que trasladan la materia prima, y los constantes apagones, dicen las autoridades.
Ahora mismo es imposible depender solo de lo que llega a las bodegas cubanas. Y por si fuera poco, en un comunicado publicado por redes sociales por las entidades competentes se conoció que: “el pan tradicional producido hasta ahora con harina refinada de trigo al 100%, se comenzará a producir y comercializar a partir de una disponibilidad de sémola de trigo durum (duro)”.
Poco después se conoció, vía el Complejo Lácteo de La Habana , que se venderá por las bodegas un “nuevo producto”: “leche de soya sin azúcar”. Agregando que se mantendría cinco huevos por consumidor (más tres liberados).
La fuente estatal no precisó si la venta de leche comenzaría este junio o habrá que esperar un poco más, ni tampoco especificó si la comercialización se realizaría todos los meses o en meses alternos.
Los comentarios de los usuarios han sido una avalancha. Algunos creen que es beneficiosa para los intolerantes a la lactosa y muy nutritiva, pero otros creen que eso “no hay quien se lo tome”. Una cubana confirmó, incluso, que en su bodega ya la estaban vendiendo hacía “como un mes” a 25 pesos cubanos la bolsa.
Por otra parte, la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA) en la capital informó a la población sobre cambios en la producción del “pan tradicional”.
Afirmaron, en este sentido: “La fórmula del pan está dispuesta con un 40% de sémola y 60% de harina tradicional”.
Reportes de prensa indican que: “la textura de la sémola es más pesada –como migas de pan duro– y es más gruesa que la mayoría de harinas molidas”.
El uso de “extensores” en la producción de pan no es un tema nuevo. En junio de 2022, la prensa cubana dejó claro que se continuaría experimentando. “Todo indica que llegaron para quedarse”, dijeron desde la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria en Sancti Spíritus.
Pero no solo el trigo, también se defendió el empleo de otros extensores como yuca, arroz, calabaza, boniato y ñame. Mientras tanto, usuarios reclaman una calidad y estabilidad en la venta del pan normado a la población.