Otro fracaso en Juegos Panamericanos cierra un 2023 agridulce para el béisbol cubano

Foto: RL Hevia

Texto: Raúl del Pino

Simplificar los últimos fracasos del béisbol cubano a Juegos Panamericanos –obviamente– no sería correcto. Las caídas de los equipos Cuba en eventos internacionales últimamente se cuentan a más de una por año, pero en el caso que nos ocupa, el de Santiago 2023 se recordará como el cuarto descalabro de forma consecutiva en citas deportivas continentales.

Y hablamos de fracaso porque para todos los fanáticos de la Isla lo que no sea colgarse la medalla de oro en estas lides donde Cuba dominó por cuatro décadas, significa un resultado por debajo de lo esperado. Eso, pese a que en Lima 2019 ya la “pelota” se había ido sin medallas, y en Toronto 2015 y Guadalajara 2011, tocó probar el amargo bronce.

Ahora en la capital chilena la maldición continuó con otra debacle estrepitosa en fase de grupos. Y esta vez la bestia negra fue un país con escasa tradición beisbolera como lo es Brasil.

El abridor Felipe Marcondes se encargó de sepultar las aspiraciones antillanas de lograr su segundo éxito en la etapa clasificatoria y pasar a la Súper Ronda. De nada sirvió la aceptable apertura del camagüeyano José Ramón Rodríguez, cuando a su rival no lograban conectarle ni de hit.

Para colmo, los relevistas Erlis Casanova y Renner River se vieron incapaces de contener a la ofensiva brasileña que Rodríguez había dejado en una sola carrera luego de cuatro entradas. Ya en el sexto capítulo el partido estaba cuesta arriba para Cuba con pizarra adversa de 0-4.

No fue hasta que salió Marcondes por un pelotazo recibido que los bates caribeños despertaron y lograron ligar dos carreras en las postrimerías del juego pactado a siete innings –como todo el torneo – , pero se quedaron cortas para completar la remontada.

Después de seis derrotas en Juegos Panamericanos anteriores, Brasil consiguió ganar su primer duelo ante Cuba, el más importante de todos, porque les permite avanzar invictos a la siguiente fase (también derrotaron a Colombia y Venezuela).

Para los todavía dirigidos por Armando Johnson, otra vergüenza, así sin más. De tan común que se ha vuelto, ya deja de asombrar. Un equipo con 13 jugadores que asistieron al V Clásico Mundial en marzo y más de 15 que se coronaron hace solo unos días en la Copa del Caribe en Curazao, que no puede pasar de la clasificatoria y deberá mirar como otros se disputan las medallas.

Termina un año agridulce para el béisbol cubano. Los primeros meses volvieron a traer alegría para la fanaticada con ese cuarto lugar histórico en el Clásico, pero luego vinieron la plata en los Centroamericanos del Salvador, el último puesto de Granma en las Baseball Champions League y por último esta nueva frustración en Chile.