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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El acentuado deterioro de prácticamente todas las vías de comunicación terrestre en Cuba, desde la autopista nacional —inconclusa, por cierto— hasta las calles de barrio, constituye una preocupación para la ciudadanía, que publica a diario en las redes sociales imágenes de baches históricos, avenidas intransitables y accidentes provocados por el mal estado de las carreteras.
Para el cubano de a pie, que envía quejas a las oficinas pertinentes o emite su opinión por los canales establecidos, la respuesta es la misma desde hace años: la difícil situación económica por la que atraviesa el país ha contraído dramáticamente la producción de asfalto, por lo que no cabe esperar soluciones a corto plazo.
Eso es para la gente común, pero para la infraestructura del turismo aparece el asfalto sin que tiemble la mano. Y si alguien lo duda, ahí está Trinidad, en el centro sur de Cuba, para probarlo: desde hace varios días brigadas del Ministerio de la Construcción vierten unas 6 000 toneladas de asfalto fabricado y trasladado desde Cienfuegos en los viales de la península de Ancón, incluido el pedraplén y los accesos a todas las instalaciones turísticas.
De acuerdo con reportes de la prensa local, la pavimentación de la referida península puede considerarse la obra cumbre de los viales en Sancti Spíritus en el 2023, no solo por el volumen de asfalto a situar, sino por ser la primera inversión que sufraga el Centro Provincial de Vialidad este año.
Semejante dato revela dos asuntos igualmente desconcertantes: hasta finales de octubre esa entidad no había realizado ni una sola inversión. Arlet Castro Ramírez, director del Centro Provincial de Vialidad, reveló a los medios que las actuales acciones de pavimentación son las más abarcadoras en esa infraestructura y permitirán transformar el deterioro acumulado.
Según la propia fuente, hasta el momento se han colocado más de 1 000 toneladas de un asfalto de muy buena calidad y se pretende concluir los trabajos en noviembre, otro síntoma de la prioridad que el Estado otorga al polo turístico de Trinidad.
El hecho no ha pasado desapercibido en las redes sociales, donde los usuarios han manifestado su descontento con que se sigan destinando los escasos recursos del país al turismo: “Por favor, ¿no quedará por ahí un poco de asfalto para la calle Línea del reparto Purísima, que lleva casi 10 años sin reparar, y otras interiores que nunca se han asfaltado desde su nacimiento?”; “La obra cumbre, la península de Ancón; la asignatura pendiente, las calles del reparto El Naranjal de Cabaiguán, que llevan 30 años llenas de huecos”; “Y la playa de los pobres, La Boca, sigue con sus accesos en pésimo estado. Como siempre priorizando lo mejor para el pueblo trabajador”.
Además del asfaltado de la infraestructura vial de Ancón, ha trascendido recientemente el dragado y remodelación de la playa correspondiente al hotel Meliá Trinidad Península, el mayor y más lujoso de su tipo en el centro de Cuba, cuya inauguración está programada para este noviembre.
En la actualidad se eliminan las especies invasoras para replantar la flora autóctona y luego se depositarán unos 45 000 metros cúbicos de arena en el perfil de playa, una estrategia que los trinitarios han llamado en sorna “todo para Meliá”.
La foto de la portada del artículo no tiene nada que ver con el trabajo periodístico, pues no es un hotel ni de Meliá, ni de Trinidad o la península Ancón
Muy incompetentes seriN los dirigentes si no garantizarán el funcionamiento de las instalaciones que nos permiten obtener un mínimo de recursos para poder comprar los recursos para educación, salud y la canasta familiar, lo cual se hace muy difícil por el bloqueo de los ee.uu. que lleva más de 60 años.
Que hotel hay en Puerto Esperanza ( pueblo pesquero de viñales ) ? la carretera hacia este lugar se está asfaltando pues llevaba años en pésimas condiciones .