Texto: Hugo León
A la ya complicada labor de los cubanos de encontrar variedad y precios pagables para elaborar su dieta diaria se suma ahora otra noticia no tan alentadora: la fábrica Richmeat de Cuba S.A detuvo hace algunos días la producción de Picadillo Mixto Condimentado Premium, conocido en la isla como el «tubito de picadillo».
Un reporte de medios no estatales cubanos indicó que la decisión se hizo efectiva la semana pasada, al menos de manera temporal, citando a trabajadores de la fábrica.
Según esas fuentes, la fábrica detuvo su producción y los trabajadores están en sus casas esperando, hasta nuevo aviso.
Uno de ellos, un operario identificado como Henry Yánez, señaló que no tenía conocimiento de las causas de la interrupción ni sobre cuándo se retomará la producción. Otra persona, sin embargo, agregó que lo que se comenta es que el Gobierno cubano, a través de sus empresas, tiene grandes deudas con la firma mexicana Richmeat.
De acuerdo con esa segunda fuente, que prefirió el anonimato, desde hacía algún tiempo los compradores no pagaban a los mexicanos y la compañía resolvía con los ingresos de una parte de la producción que se destinaba a la exportación, hasta que las cuentas no dieron y hubo que parar.
En Cuba, Richmeat produce dos variantes de picadillo que se destinan al mercado nacional: una de res, y otra mixta condimentada.
Hasta el momento, la compañía mexicana tiene una fábrica en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, con capital 100 por ciento de la mencionada nación, y a finales del 2022 se informó que la empresa comenzó la construcción de una nueva planta para la producción de salchichas, la cual estaría lista para el 2027.
La interrupción de las labores en Richmeat Cuba S.A. da al traste con la poca variedad de productos que se pueden adquirir en el país sin precios exorbitantes, pues el picadillo se vende mucho más barato que otros cárnicos como la carne de cerdo o de res, que han llegado a costar hasta 500 pesos cubanos la libra.
