Foto y texto: Cuba Noticias 360
La situación de inestabilidad en la distribución del gas licuado de petróleo (GLP), conocido popularmente como gas de balita, es cada día más evidente, lo que hace notar la existencia de una baja disponibilidad del producto.
Esto es reflejo de la crisis con los combustibles que vive Cuba, donde ya no solo se trata de petróleo, y con ello la generación eléctrica, sino que ahora también abarca el GLP.
Basta con llegar al canal de Telegram de la Empresa de Gas Licuado que abastece a los territorios de La Habana, Mayabeque y Artemisa, para darse cuenta que los ciclos se alargan y solo se priorizan los puntos de mayor demanda.
Aunque existe un silencio total en torno al tema por parte de las autoridades de la Unión Cuba – Petróleo (Cupet), quienes no emiten una información oficial sobre el tema, gobiernos y empresas asociadas a Cupet, sí han emitido ciertas alertas.
Por ejemplo, en Matanzas, la página del Gobierno compartió una información donde alertan de que la Empresa Comercializadora de Combustibles no cuenta con la disponibilidad necesaria para la venta de GLP a la población.
También en Camagüey, ante la escasez, se procedió a organizar la venta por folios, que se otorgan previa recogida de la tarjeta del cliente para su venta según la disponibilidad existente. En Holguín también se «disculparon» por el poco inventario que afecta el servicio a los clientes.
Estos comunicados tienen en común, que en su mayoría fueron brindados en torno al día 15 del presente mes, lo que hace deducir que, si no ha sido posible la adquisición del suministro, esta es la reserva y pronto se acabará.
Recordemos también, la crisis vivida en dos momentos de 2023 y reseñada por medios de oficialistas. La primera en febrero y la segunda y más impactante en abril, donde el suministro estuvo detenido por alrededor de 15 días o más, ¿será que vamos camino a eso?.
En aquel momento de tensión, el titular de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, aseguró que en Cuba «no vamos a tocar cero con los combustibles», y si bien en ese momento, ni en este hemos llegado al cero, la situación es bastante compleja.
Tanto así que en provincias como Santiago de Cuba han comenzado la venta de sacos de carbón, como alternativa ante la inexistencia de GLP y en medio de los largos apagones que complejizan también, la cocción de los alimentos para el pueblo cubano.