Foto: Girón
Texto: Hugo León
Más de 12 horas después de que medios locales matanceros informaron de un derrumbe en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, uno de los cuatro trabajadores que quedaron sepultados bajo los escombros todavía no ha sido encontrado.
De acuerdo con el reporte de periodistas desde el lugar de los hechos, se trata de Lázaro Frank Montero Pita, el cuarto trabajador víctima del derrumbe en el interior de la chimenea, de más de 100 metros de altura.
En redes sociales medios que siguen la noticia dieron a conocer que durante la madrugada las fuerzas de rescate y salvamento tuvieron que replegarse ante el peligro de nuevos derrumbes en el interior, y por la gran masa de hollín concentrada contra una de las paredes.
La medida pretendía preservar la vida de los bomberos y de la Cruz Roja que estaban laborando en el área en las tareas de rescate, que también podrían terminar sepultados.
En declaraciones del director general de la termoeléctrica, se explicó que la estrategia a seguir es crear otro acceso para liberar la zona de riesgo en la que trabajaron los rescatistas hasta la madrugada.
Además se espera la llegada de un equipo que se encuentra en el Hotel Saratoga para crear otra vía de acceso que permita retirar la montaña de hollín.
Se trata de un martillo con suficiente fuerza para romper el muro de afuera y poder acceder a retirar el material por esa vía. Se estima que el equipo demore entre cuatro y cinco horas en llegar.
Hasta este momento se pudo sacar vivos a los trabajadores Maikel López Navarro y Leonel Pérez Montoya, pero uno de sus compañeros, Alexis Bernardo labrada Junco, no corrió la misma suerte y su cuerpo fue encontrado sin vida.
El accidente ocurrió cuando se desprendió una de las columnas de la chimenea. Los trabajadores se encontraban en un área conocida como “el cenicero”, donde extraían hollín y llevaban a cabo labores de limpieza, pero se derrumbó una pared de siete metros de altura.
