Foto: RTVE
Texto: Hugo León
“Más enfadado que nunca y más comprometido ahora que antes” dijo estar Donald Trump en sus mítines de este fin de semana con los que regresó a la carrera por la presidencia, dos meses después de haber anunciado su candidatura.
La esperanza del magnate de lograr la reelección presidencial no enfrenta su mejor momento según los analistas, pues Trump arrastra consigo las recomendaciones del comité del Congreso que investigó el asalto al Capitolio que causó la muerte de varias personas, que piden cuatro cargos que lo pueden inhabilitar para cualquier cargo político.
Entre los cargos figuran el de insurrección y conspiración para cometer fraude a Estados Unidos, algo serio si se tiene en cuenta que el multimillonario necesita la confianza de millones de votantes para aspirar al puesto en el Despacho Oval,
Además, sobre él pesa la investigación por los papeles clasificados que retuvo indebidamente en su mansión de Florida y que se negó a devolver.
La prensa estadounidense también señaló en diciembre último que el ex presidente había perdido la magia y que los años en la presidencia le habían pasado factura a su imagen.
Trump, polémico siempre, respondió en su red social Truth Social que la periodista que escribió el artículo para la revista New York era más tonta que una piedra y que esa revista estaba dando sus últimos coletazos.
Seis años después, ¿el mismo discurso?
Los mítines de este fin de semana tuvieron lugar en plazas pequeñas, señaló la prensa internacional: la primera en un instituto de Salem, New Hampshire, y la segunda en el parlamento estatal de Columbia, Carolina del Sur.
Sus discursos no se alejaron de las estrategias de 2016, cuando venció a la demócrata Hillary Clinton por la presidencia. En ese momento la demócrata logró casi tres millones de votos por encima de Trump pero a la larga la cantidad de votos electorales por estado le dio la ventaja y el añorado puesto al magnate republicano.
Seis años después, Trump volvió a sacar de la gaveta las viejas promesas de reforzar la frontera y de terminar el muro que debía frenar la ola migratoria que llega a Estados Unidos por México. También volvió a referirse despectivamente a los migrantes que llegan ilegalemente al país norteño.
El propio gobernador de New Hampshire, sede de uno de los mítines, indicó a CNN que Trump ya no tiene la misma energía de antes y que no basta con haber sido presidente antes para volver a ganar. El gobernador expresó que Trump tiene posibilidades pero dudó que lo consiga en esta ocasión.
Entretanto, Trump no perdió la oportunidad para atacar al también republicano Ron DeSantis, gobernador de Florida considerado por muchos un rival para las aspiraciones presidenciales del magnate.
Sobre DeSantis, cargó diciendo que es alguien desleal y lo acusó de cerrar su Estado durante la pandemia a diferencia de otros republicanos que se opusieron a las medidas de Biden.
Respecto al mandatario actual, Joe Biden, recordó la dura derrota que éste sufrió en New Hampshire en las primarias del partido demócrata en 2020, cuando apenas quedó en quinto lugar.
Mientras tanto, Trump aseguró hace apenas tres días que si él todavía fuera el presidente de Estados Unidos, solucionaría la situación de la guerra en Ucrania en 24 horas.
