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Texto: Hugo León
La zafra, que fuera una de las principales actividades económicas de Cuba hace algunas décadas, se prevé que para este año sea incluso más pequeña que en años anteriores, con menos de medio millón de toneladas de azúcar en el plan inicial.
Según trascendió en un intercambio entre las máximas autoridades del país y los territorios que participarán en la campaña, la zafra azucarera 2022-2023 deberá comenzar en noviembre en 23 centrales.
La cifra es inferior a la anterior contienda, según datos oficiales, y deberán molerse 6 millones 574 mil toneladas de caña para producir 455 mil 198 toneladas de azúcar.
Esa azúcar estará destinada a la canasta familiar y otros consumos de la economía nacional, como el turismo, medicamentos, producciones industriales y para la exportación.
No obstante, en este sentido cabe señalar que según medios independientes de la isla, el consumo de azúcar en el país supera el medio millón de toneladas y hay además comprometidas otra importante cantidad en un acuerdo comercial con China.
Según Julio Andrés García Pérez, presidente de AZCUBA, se trata de planificar la zafra para que sea flexible y objetiva y concentrando los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia.
En la reunión se destacó que este año no habrá más subsidios por pérdidas en el sector, lo cual significa que si el central no muele lo suficiente, los resultados económicos de sus trabajadores no van a ser buenos.
De acuerdo con el viceprimer ministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca, esta zafra será el inicio de la recuperación cañera en el país, con los indicadores de eficiencia como el principal arma.
Según el presidente de AZCUBA la zafra se sustentará con el financiamiento real del que se pueda disponer, bajo el principio de garantizar el consumo interno y obtener derivados de esa producción, como alimento animal, alcoholes y mieles que permitan un plan de exportaciones en dependencia de los precios en el mercado.
En algún momento, la zafra cubana fue capaz de producir más de ocho millones de toneladas de azúcar y contaba con más de 150 centrales. Por décadas, según historiadores, fue considerada la locomotora del resto de la economía nacional.
Pero en el 2022 la realidad es otra. Baste mencionar que en la última zafra Cuba produjo menos azúcar que la que se obtuvo en la peor molienda durante la guerra de los Diez Años, comenzada en 1868 y finalizada en 1878, tomando como referencia las investigaciones del historiador Julio Le Riverend y un informe de Jesús García Molina, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
