Foto: Data 24 News
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se dirigió ayer al presidente de Estados Unidos Joe Biden en una alocución en vivo que ofreció al Congreso estadounidense para pedir más apoyo, mientras avanza la invasión de Moscú a Ucrania y las principales ciudades de la nació están bajo ataque.
Me dirijo al presidente Biden, dijo Zelensky mientras los congresistas escuchaban atentamente, usted es el líder de su nación, su gran nación, pero quisiera que fuera el líder del mundo.
“Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz. La paz en su país ya no depende solo de usted y de su gente. Depende de los que están a su lado, de los que son fuertes. Fuerte no significa débil. Ser fuerte es ser valiente y estar listo para luchar por la vida de sus ciudadanos y ciudadanos del mundo, por los derechos humanos, por la libertad, por el derecho a vivir dignamente”, añadió.
El mandatario ucraniano agradeció a Biden y al Congreso de Estados Unidos por el apoyo que ha recibido desde el comienzo de la invasión, pero también los instó a hacer más en lo que llamó “el momento más oscuro” que ha visto Europa en décadas.
Según Zelensky, en Ucrania se defiende más que el suelo patrio, se lucha por los valores de toda Europa y por el mundo, en nombre del futuro. Al ayudar a Ucrania, dijo, Estados Unidos ayuda a Europa y al mundo a preservar el planeta y mantener la justicia.
Las ovaciones al presidente ucraniano fueron largas y sentidas entre los congresistas.
¿Puede Biden garantizar la paz mundial?
En septiembre de 2021 Joe Biden prometió paz y multilateralismo en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y anunció el inicio de una era de diplomacia incansable.
En ese mismo contexto, el presidente expresó al secretario general de la ONU, António Guterres, que Estados Unidos llamaría a los gobiernos a seguir trabajando juntos en un sistema construido sobre el derecho internacional para ofrecer prosperidad, paz y seguridad para todos.
Washington no ha iniciado ninguna campaña militar desde la toma de poder del mandatario y de hecho concretó la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Sin embargo, ahora tiene un reto de mayor magnitud: una mala decisión o apenas la exacerbación por parte de Putin de alguna acción de la Casa Blanca iniciaría una guerra entre la OTAN y Moscú, a saber, una guerra mundial.
Hasta el momento Biden lidera la respuesta de Occidente a la guerra comenzada por Rusia con serias sanciones económicas, reforzando la defensa de los territorios de la OTAN cercanos al país eslavo y administrando ayuda militar a la Ucrania agredida.
La Casa Blanca aprobó un presupuesto federal para 2022 con casi 14 mil millones de dólares en ayuda para Ucrania, pero el mandatario ha reiterado en múltiples ocasiones que en Ucrania no hay ni habrán tropas estadounidenses luchando contra la invasión rusa.
Biden ha rechazado además la opción de establecer una zona de exclusión aérea sobre territorio ucraniano. Se trata de una guerra mundial si los estadounidenses y Rusia empiezan a dispararse mutuamente, ha declarado varias veces.
La guerra mundial se ha evitado también con la negativa de la OTAN de aceptar a Kiev, pues el artículo 5 de ese bloque militar plantea que una agresión contra cualquiera de sus estados miembros lo es contra todos, así que hubieran estado obligados a enfrentarse a Moscú desde el momento en punto en que Putin dio la orden de ataque en febrero último.
¿Qué ocurriría si el Kremlin considera la ayuda militar a Ucrania como una declaración de guerra?
Según los expertos, las implicaciones serían catastróficas, por eso han recomendado mesura, frente a las posturas más radicales que consideran necesaria la intervención en Ucrania.
Moscú ya ha dicho, por su parte, que las sanciones de Occidente son algo similar a una declaración de guerra y ha designado al suministro de armamento occidental como un objetivo legítimo para sus tropas.
De momento el mundo duerme con los dedos cruzados y a la expectativa, porque si algo claro hay, es que la guerra en Ucrania puede escalar fácilmente y nadie tiene certeza de cómo terminaría.
