Foto: Jaime Jaramillo | Flickr
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
En toda Cuba, cuando el casete y la grabadora eran dispositivos de moda, se oía, casi que furtivamente las grabaciones del gran humorista Álvarez Guedes. Las risas que provocaban su cuentos y chistes, estaban matizadas por esa unión irrompible, aunque muchos lo intenten, que representa el ser cubano dentro de la Isla o allende los mares.
Guillermo Álvarez Guedes, conocido simplemente como Álvarez Guedes, fue un ícono del humor latinoamericano cuyo legado perdura hasta el día de hoy. Nacido en Unión de Reyes, Matanzas, en 1927, este talentoso comediante, actor y escritor, dejó una huella imborrable en la historia del entretenimiento con su estilo único y su ingenio inigualable.
Desde temprana edad, Álvarez Guedes demostró un don especial para hacer reír a los demás. Su agudeza mental y su capacidad para encontrar humor en las situaciones más cotidianas lo convirtieron en un maestro del chiste y la comedia. Su modo directo y picante conquistó al público hispano en todo el mundo, ganándose el cariño y la admiración de millones de personas.
A lo largo de su carrera, se destacó no solo como comediante, sino también como actor y escritor. Participó en películas y programas de televisión que lo llevaron a la fama y le permitieron mostrar su versatilidad artística. Además, publicó varios libros que recopilaban sus chistes más famosos, convirtiéndose en un referente indiscutible del humor latinoamericano.
En 1949, se dedicaba a dramatizar crímenes callejeros en la radio, pero su talento para la comedia se reveló cuando el famoso productor Gaspar Pumarejo lo llevó a la televisión. Participó en diferentes géneros como sainetes, aventuras, comedias y musicales, destacando especialmente en su papel de borracho los miércoles en el programa estelar CMQ Casino de la Alegría. Este personaje lo convirtió en un ícono para los cubanos y le brindó la oportunidad de hacer pareja con la legendaria actriz y cantante Rita Montaner, conocida como La Única.
Una de las características más distintivas de Álvarez Guedes era su capacidad para encontrar humor en las situaciones más simples de la vida. Sus chistes, llenos de ironía y sarcasmo, reflejaban su visión única del mundo y su habilidad para hacer reír a la gente con sus ocurrencias. Su franqueza y autenticidad lo convirtieron en un cómico querido y respetado por generaciones.
Durante las décadas de los 70 y 80, Guedes se enfocó en la grabación de discos humorísticos y la creación de comedias, a través de las cuales expresó su anhelo de cambios en el sistema político cubano. Además, escribió más de 20 obras y participó en diversas películas como Thief in Silk (1953), The Big Boodle (1957), Dios te salve, psiquiatra (1966), A mí qué me importa que explote Miami (1976) y La chica del alacrán de oro (1990).
Falleció en 2013, dejando un legado que sigue vivo en la memoria de sus seguidores. Su influencia en la comedia latinoamericana es innegable, y su nombre continúa siendo sinónimo de risas y buen humor. A través de sus grabaciones y presentaciones en vivo, Álvarez Guedes sigue haciendo reír a audiencias de todas las edades.
