Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Cuba, que enfrenta la mayor crisis migratoria de su historia y vive con su economía en caída libre, anunció esta semana la reestructuración del Registro del Consumidor. Las medidas incluyen cambios en la libreta de abastecimiento, que le será retirada a los cubanos que viajen al extranjero por más de dos meses, entre otros casos.
Más que curiosidad, la noticia causó asombro y dio comienzo a debates que hoy se pueden escuchar o leer prácticamente en todos lados. Toda Cuba está hablando de eso desde diversas posturas, desde quienes lo consideran un maltrato y algo innecesario hasta quienes defienden que quienes viajan son los que menos necesitan los productos de la cuota.
“¿A quién me debo dirigir? ¿A quién le preocupa si como o no?” preguntaba una jubilada indicando que por haber viajado ella, su familia no es millonaria ni ella regresó al país “con el monedero lleno de euros”.
“¿Esto es un castigo por haber viajado?”, cuestionó.
Pero la gente piensa como vive, y de la misma forma que muchos que viajan y serán afectados se quejaron; otros tantos cuestionaron si realmente quienes se pasan uno, dos o tres meses en el extranjero son los que necesitan más el escaso arroz, los frijoles y el poco pollo que dan por la cuota.
Señalan que durante el tiempo que una persona esté afuera difícilmente necesitará los “mandados” y que también es hora de dejar de dar productos a los miles de cubanos que se han marchado del país pero siguen anotados en las libretas de abastecimiento.
“Para lo que dan por la libreta, se gasta más en papel y tinta en las bajas y los desgloses”, han respondido otras personas.
Para muchos cubanos es difícil poner comida en la mesa, y también es difícil para el Estado mantener una oferta de alimentos variada y estable. Por eso, no fue sorpresa que más personas recordaran como por años el pueblo se ha quejado y ha criticado la ineficiencia, el derroche y la mala organización de lo poco que se vende, y que ahora al parecer es a los mismos a quienes tampoco les gusta que se organice, se ahorre y se intente hacer mejor algo.
“Lo negativo de la medida es que el término sea de 60 días cuando hay países que permiten estancia sin visado por más tiempo, y otros que aceptan estancias de turismo más prolongadas”, comentó un joven matancero en conversación con Cuba Noticias 360.
Según explicaron él y un residente en Camagüey, la resolución “saldrá ahora, pero se hace desde antes”. Narra el camagüeyano que donde vive “no has acabado de poner el pie en el avión y ya tienes la baja de la bodega”.
A diferencia de estas experiencias, este medio confirmó que existen personas que han viajado definitivamente y las familias en Cuba cobraron pensiones y recibieron los “mandados” por casi un año hasta que por pena o miedo a represalias, dieron de baja al familiar emigrado.
La mejor medida, consideran muchos “es que la gente no dependa de la canasta básica”, que con el salario se pueda comprar lo necesario y que los productos estén en las tiendas por pesos cubanos, no en los noticieros ni en MLC. Pero ya no estaríamos hablando de Cuba, donde ya va siendo costumbre que cada año que pase venga peor que el otro.
¿Fue el 2023 un mejor año como predijo Díaz-Canel?
Es un descaro más, los bien alimentados en Cuba,son los que dirigen el país, basta ver el tamaño de sus panzas,hay que ver a Díaz-Canel, el Primer Ministro; será que se alimentan muy bien con los tantísimos viajes que dan al exterior con el dinero del pueblo?. Total,a ellos no les importa si el pueblo pasa penurias, ellos lo tienen todo resuelto.
Se han ido centenares de miles de personas y los productos normandos por la libreta de abastecimiento no aumentan, al contrario, cada día son menos. Por qué no aumentan la cuota? Dónde está la cuota de los que se van? Sigan apretando, se van a llevar la rosca.