Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Archivo | CN360
El Coppelia capitalino vuelve a ser noticia, y no precisamente buena. Su cierre provocó molestias en los clientes y que sus trabajadores se ubicaran en los alrededores para vender los únicos dulces que quedaba en el almacén: marquesitas y capitolios a 50 pesos por cada unidad. No había, ni habrá helado hasta nuevo aviso. La culpa recae en la falta materias primas para fabricarlo.
Desde este jueves, el emblemático local, ubicado en la esquina de 23 y L en el Vedado habanero, amaneció cerrado, con las luces apagadas y las mesas recogidas. «No hay helado, no hay leche, no hay azúcar, no hay nada» dijo a 14yMedio una de sus empleadas.
Este mismo medio, entrevistó otros trabajadores en busca de respuestas, y lo que encontró fue más dudas. Algunos dijeron que el cierre es «para largo y tendido» y que «no va a haber helado por un buen tiempo».
Otro factor que volvió a debate fue la mala calidad del producto. Desde la fábrica donde se produce el helado Coppelia, una fuente confesó que el mejor lote en los últimos meses se hizo solo para los asistentes a la Cumbre del G-77 en La Habana, con edición limitada para invitados y hoteles. La fábrica, en aquel entonces, fue militarizada para evitar el robo de sus empleados.
Recordemos que en enero Coppelia cerró por la misma razón. La que un día fue “Catedral del Helado” no escapa de la evidente crisis, reflejo de la escasez y la irresponsabilidad en Cuba.
Sumemos a esto las largas filas, la mala atención de los empleados, el agua caliente para tomar y la venta clandestina de helado, que han sido constante en los últimos años.
