Texto: Darcy Borrero
Camila Acosta es uno de los rostros más visibles del asedio que por estos días padece la prensa no estatal cubana en el entorno de protestas ciudadanas en distintos puntos de la isla caribeña.
Desde el domingo 11 de julio comenzaron las manifestaciones que acumulan al menos un muerto confirmado oficialmente, varios heridos y personas cuyo paradero se desconoce. Entre ellos, los periodistas no han escaseado, sino que se contabilizan como parte de las más de doscientas personas desaparecidas o detenidas que recoge un documento creado por iniciativa ciudadana.
En ese contexto Acosta, que se presenta en Twitter como una periodista cubana independiente, se mantuvo escribiendo para plataformas mediáticas como ABC y publicando, en redes sociales, fotos de las manifestaciones. Al día siguiente, la reportera fue detenida en La Habana, y empezó a ser procesada por “delitos contra la Seguridad del Estado”. El cargo quedó modificado por las figuras penales de “desorden público” y “desacato”, de acuerdo con el medio de prensa Cubanet, donde suele publicar con frecuencia la graduada de periodismo de la Universidad de La Habana.
Diversas personalidades políticas se han interesado por el caso de Acosta, entre ellos el canciller español, José Manuel Albares, pidió el martes a Cuba que la libere de inmediato. “España defiende el derecho a manifestarse libre y pacíficamente y pide a las autoridades cubanas que lo respeten … Exigimos la liberación inmediata de Camila Acosta», tuiteó Albares, en su segundo día en el cargo.
Incluso el Presidente del Gobierno de España y Secretario Gral del Partido Socialista Español (PSOE), se pronunció por la liberación de Acosta, como parte de una comparecencia la emisora Telecinco el martes por la noche, cuando dijo además que “sin injerencias, el país tiene que encontrar su propio camino”.
El gobernante socialista realizó en 2018 la primera visita oficial de un líder español a Cuba en tres décadas y hoy dice que el país “no es una democracia” y se pronuncia por que los cubanos deben poder protestar libremente y disfrutar de «los mismos derechos y libertades que en España».
Frank García es otro de los reporteros que no llegaron a casa después de las protestas (aún extendidas en zonas del país). García, periodista de Telesur, un medio de comunicación que suele ser progubernamental, está identificado como tal en el documento creado por iniciativa ciudadana que contabiliza casos de personas desaparecidas y detenidas en el contexto de las protestas. El periodista, que de hecho se presenta como comunista en redes sociales, estuvo detenido en la estación policial hasta que lo liberaron con medida cautelar.
Hace solo cuatro horas tuiteó: “¡Importante!: Salvo yo y @MGVivero no fue detenido ningún miembro del Comité Editorial del sitio web cubano Comunistas ni a nadie relacionado con este colectivo. Aclaro porque hubo confusiones al respecto. Repito: nadie de Comunistas, ni vinculado con ellos ha sido detenido”.
Maykel González Vivero, a quien menciona García, es el director de la revista independiente Tremenda Nota, que cubre especialmente derechos de las minorías. El también reportero, escribió en Twitter: “Estuve allí. Ese instante, de cara a la policía, lo captó el periodista Mauricio Mendoza, poco antes de que se desatara la violencia. Cuba se trastornó. Miles de personas se enfrentaron a un poder más arbitrario que nunca. Todas las posibilidades están a la vista”.
Por otro lado, a la Youtuber Dina Stars, quien puede ser contada como periodista ciudadana, también se la llevaron mientras participaba en un programa en vivo de la televisión española y hacía una denuncia de la situación confrontacional alentada además por el gobierno. A este último, frente a las cámaras, lo responsabilizó por lo que sea que le pase en las horas de detención.
Dina confirmó en un video en Instagram que se la llevaron por incitación a delinquir y aseguró que no la maltrataron, que está entera: “Ya estoy en casa”, escribió alrededor de las 2pm la influencer. Y en el video insistió en que ella se debe a la gente.
Otro profesional de los medios, el realizador audiovisual Manuel Alejandro Rodríguez Yong, fue detenido el domingo 11 de julio. “He corrido con suerte, a diferencia de otros no fui agredido físicamente en ningún momento. Quizás luego tenga ganas de contar con detalles lo sucedido. Ahora mismo no tengo ni ánimos ni fuerzas para escribir mucho”, dijo y agradeció a quienes se mantuvieron compartiendo contenidos sobre su desaparición.
“Ahora ando digiriendo lo vivido. Me toca rumiar lo visto y oído. Y aunque pueda sonar dramático también necesito llorar ahora que puedo y por todas las veces que desde el domingo tuve que tragar en seco y mantenerme ecuánime y sereno”.
Rodríguez Yong, quien es católico y pertenece a Signis, un grupo de comunicación relacionado con Cáritas Cuba y las iglesias, envió un mensaje de conciliación: “Que Dios siga bendiciendo nuestra patria y que Nuestra Señora de la Caridad nos siga cuidando y acompañando. Bajo su manto pongo a tantos que hoy siguen detenidos en diversas prisiones de La Habana y de otras partes del país. Que Cuba sea verdaderamente una gran casa donde tod@s tengamos cabida. Donde las diferencias no sean vistas como un pecado sino como una bendición. Donde no nos enfrentemos hermano contra hermano y donde podamos tod@s ser parte de ese sueño martiano de una patria de todos, con todos y para el bien de todos”.
Con el servicio de Internet cortado o intermitente desde las primeras horas de las protestas —mientras el presidente hacía una declaración de guerra llamando al combate a “todos los revolucionarios”— buena parte de quienes ejercen el periodismo en el país tuvieron dificultades para hacer su trabajo. Los mencionados son solo una muestra entre casos que se van reportando.
Según el grupo de derechos humanos en el exilio Cubalex y el mencionado documento que actualizan y comprueban constantemente sus impulsoras, al menos 100 manifestantes, activistas y periodistas independientes han sido detenidos en el territorio nacional desde el domingo 11 de julio, un dia que ya se coloca entre las fechas históricas en Cuba.