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Texto: Hugo León
Las elecciones presidenciales de Rusia de 2024 se desarrollan desde este viernes 15 de marzo hasta el venidero 17, y por tratarse de una de las principales potencias del orbe, millones de ojos están al pendiente de lo que ocurre por estos días en el gigante asiático.
De estas elecciones dependerá el destino de Rusia por los próximos seis años, correspondientes al siguiente término de mandato presidencial, pero para no pocos analistas, para el mundo también es definitorio lo que pase en las urnas.
Es que Rusia, además de ser uno de los “grandes jugadores” en la política internacional, está ahora mismo enfrentada a Ucrania en una guerra que ya pasa de los dos años y en la cual el país invadido usa armas y recursos estadounidenses y europeos, con el consecuente temor de una escalada que termine con una guerra entre Moscú y la OTAN.
Pero vamos a las elecciones en Rusia propiamente. Para muchos analistas y para la prensa occidental, Rusia celebra por estos días unas elecciones presidenciales que simplemente garantizan la perpetuidad en el poder a Vladimir Putin.
Putin, quien ha estado en el poder desde hace 24 años, parece tener asegurado ya otros seis años con la batuta en el Kremlin. De hecho, poco se sabe o habla de los “opositores” que enfrenta Putin, pues sus verdaderos adversarios políticos están en la cárcel, exiliados en el extranjero, o muertos, como Alexei Navalni.
En resumen, Navalni falleció recientemente en una colonia penal rusa y los candidatos que enfrenta Putin pertenecen a partidos simbólicos de la oposición que básicamente siguen la línea del Kremlin.
Para los observadores hay pocas o ninguna expectativa de que se trate de elecciones libres y realmente justas. Sólo el Kremlin puede,por ejemplo, controlar todos los aspectos de votación, el recuento de votos, y asignar observadores a los centros de votación.
Además, sólo el Kremlin y Putin controlan quién y cómo hacen campaña política y quién aparece en las boletas. Cualquier semejanza con cierta isla caribeña… es pura coincidencia.
En 2008 Putin amplió los mandatos presidenciales de cuatro a seis años y luego, en 2021, promulgó una ley que le permite postularse para dos mandatos presidenciales más, con lo que podría extender su poder hasta el 2036.
Putin es, de hecho, el gobernante con más años al frente del poder en Rusia desde Stalin, quien dirigió el país en tiempos de la Unión Soviética, y no son pocos los analistas que aseguran que así seguirá, hasta que su salud se lo permita, porque en elecciones, no hay forma de vencerle.
