Foto: Cubanos Libres en Uruguay | Twitter
Texto: Fede Gayardo
Cerca de 5 000 cubanos se encuentran en Uruguay en un “limbo migratorio”, según sostienen las organizaciones que nuclean a los de la isla en esa nación sudamericana.
Un reporte del diario español El País, confirma estos datos a indica que esa cifra de ciudadanos cubanos no tiene estatus de refugiados y tampoco pueden renunciar a la solicitud de refugio para tramitar la residencia permanente que les permitiría la reunificación familiar.
Los cubanos en Uruguay, sostiene el citado medio, pueden solicitar y obtener ese tipo de residencia si cumplen con los requisitos establecidos, para lo cual deben presentar la documentación con el visado consular correspondiente ya que necesitan visa para entrar a Uruguay.
Para la obtención de dicho visado, los solicitantes de refugio solían viajar hasta un consulado uruguayo en Brasil, aunque llevaran años viviendo en ese territorio. Una vez allí y obtenido el visado podían continuar con los trámites de residencia.
Esta situación se complejizó en enero de 2023, cuando Uruguay decidió restringirlo mediante la exigencia de un cuño o sello de entrada y salida de Brasil en el pasaporte cubano.
Así lo explicó a El País Madelyn del Río, integrante del colectivo Manos Cubanas, quien alega que ese sello de tránsito “no suele ser estampado por las autoridades brasileñas en los puestos migratorios de la frontera seca”.
En diciembre pasado, la situación se hizo más difícil ya que la Cancillería envió instrucciones a sus consulados explicitando que las personas residentes en Uruguay como solicitantes de refugio no podían aspirar al visado en cuestión.
Según un informe publicado por el periódico local El Observador, en 2023 Uruguay contaba con 24 193 solicitudes de refugio pendientes de resolución. Solamente ese año, la nación había recibido 9 129 solicitudes, de las cuales 7 293 habían sido realizadas por cubanos.
Durante el período de espera de la resolución de refugio, Uruguay otorga un documento provisional por dos años, con el cual pueden trabajar, acceder a los servicios de salud y educación, pero no los habilita para la reunificación familiar.
Es por ello, que muchos solicitantes optan por renunciar al refugio y emprenden el camino para tramitar la residencia permanente.
En declaraciones a la televisión local, el ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, reconoció que se trata de una “situación delicada”, ya que “un número muy alto de solicitudes de refugio está siendo rechazado (…) porque mucha gente viene por razones económicas, sobre todo de Cuba, solicitan el refugio por razones políticas [como lo exige la ley] y no corresponde otorgárselo”.
No obstante, el canciller de esa nación agregó que se trabaja “para encontrar una solución para aquellos que no les corresponde el refugio, pero están viviendo entre nosotros y deberían ir a un proceso por la residencia. Las condiciones legales hoy no están claras y quedan en una situación de limbo”.
Datos preliminares del censo poblacional de 2023, citados por El País, indican que cerca de 62 000 personas nacidas en el exterior residían en esa fecha en Uruguay, de las cuales 12 000 son cubanas. Según las estimaciones de las organizaciones de cubanos en ese país, la cifra se ha duplicado en los últimos tiempos.
