Texto: Raúl del Pino
Foto: Tipán | CN360
La selección de voleibol masculino de Cuba logró de forma dramática el objetivo de permanecer en la Liga de Naciones para el próximo año, justo en la última fecha del certamen que reúne a los 16 mejores equipos del planeta.
Los pupilos de Nicolás Vives llegaron al crucial partido frente a Irán este domingo con la misión de ganar o verse con grandes probabilidades de ocupar el último lugar de la tabla de posiciones, lo que les obligaría a disputar nuevamente el cupo de entrada para la siguiente edición.
Pero una cerrada victoria de tres sets por dos ante el elenco persa los dejó con un balance final de tres victorias y nueve reveses, y una relación de puntos de 0.914, que le valió para escalar al puesto 13 de la clasificación general, por delante del propio Irán, Bulgaria y China, todos con 2-10.
El partido estuvo a la altura de todo lo que estaba en juego. Un auténtico ida y vuelta con marcadores bien cerrados. La primera manga la dominaron los caribeños por 25-22, y estuvieron a punto de llevarse la segunda también, pero los iraníes supieron aguantar hasta el final y vencer 26-28.
El tercer parcial no fue diferente y dejó un éxito cubano de 25-23, mientras el cuarto resultó el más reñido de todos, con triunfo para los del Medio Oriente por 30-28. La mesa quedó servida para un tie break que prometía ser el verdadero “rompecorazones,” aunque resultó el menos complicado de todos los sets, y Cuba logró imponerse por 15-10.
La dupla integrada por el opuesto Jesús Herrera y el auxiliar Miguel Ángel López se alzó como la gran protagonista del encuentro, con 28 y 27 tantos, respectivamente, con cinco ases por servicios combinados entre los dos.
En el caso de Herrera, una de las grandes estrellas de todo el torneo, terminó segundo entre los máximos anotadores, con 212 puntos en los 12 choques que disputó, de ellos 180 en ataque, 11 en bloqueo y 21 por saque directo, también la segunda mejor cantidad, solo por detrás del neerlandés Nimir Abdel-Aziz (217-25).
Pese a asegurar la permanencia para la siguiente edición, muchos de los que siguieron la actuación cubana partido tras partido, quedaron con un sabor de boca agridulce. Este equipo cuenta con jugadores de la élite mundial, fundamentalmente sus atacantes, pero el papel del técnico, así como del pasador, resultaron las notas grises de una selección que evidentemente tiene para más.
En un mundo ideal, la Federación Cubana de Voleibol movería sus fichas de cara al clasificatorio olímpico para París 2024 que tendrá lugar en agosto y buscaría un entrenador a la altura de la talentosa escuadra que tiene. Sin embargo, sabemos que no será así, y otra vez la selección quedará encomendada a las arengas de Vives cuando la situación de juego exige otra cosa.
Por lo pronto, Cuba tiene garantizada su presencia por un año más en el certamen más competitivo orbe, donde hace muchos años, cuando tenía por nombre Liga Mundial, el sexteto antillano era uno de sus grandes protagonistas.
El objetivo ahora será mantener un grupo de jugadores competitivos y mejorarlo en la medida de lo posible, para seguir ascendiendo escalones y no bajar jamás de ese alto lugar al que voleibol cubano pertenece por derecho propio.
