Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
Actualmente las colas en los servicentros en Cuba duran días, y en esta suerte de mudanza temporal para los Cupets los choferes tienen tiempo suficiente para jugar dominó y hacer nuevos amigos, pero también para cuestionar, debatir y hacerse preguntas filosas del tipo «¿y para el primero de mayo, habrá combustible en el país?».
Es que mientras las noticias sobre la escasa disponibilidad de petróleo y gasolina en Cuba no dejan otra alternativa que la resignación, lo que se ha escuchado en el país sobre los desfiles que se hacen en toda la isla por esta fecha indica que de que «van, van».
No hay que ser un experto para saber que este tipo de actividades masivas cuestan millones de pesos al país -millones que no hay y que se necesitan en casi todos sus ámbitos-. Y como dice el refrán «zapatero a su zapato», los transportistas notan lo que más cercano les golpea: estos desfiles gastan miles de litros de combustible que el Estado no les está vendiendo.
«Pero los desfiles se hacen a pie», podrán increpar algunos. Sí, se desfila a pie pero el aseguramiento para este tipo de actividades incluye transportación para cientos de miles de personas, para los coordinadores de los actos y para el traslado de todo el aseguramiento.
En la última sesión del Parlamento cubano, se hizo más de un llamado al Primero de Mayo como fecha significativa para el país y los trabajadores de la isla, y también el primer ministro Manuel Marrero anunció en Twitter una gran celebración por el Día Internacional de los Trabajadores.
Una buena pregunta sería si los trabajadores del país tienen mucho que celebrar. Entre la inflación, el desabastecimiento y los salarios que no alcanzan, es difícil que alguna jornada pueda ser de verdadero júbilo para quienes laboran en la isla.
Recientemente el humorista cubano Andy Vázquez, anteriormente Facundo en Vivir del Cuento, realizó una encuesta en su página de Facebook preguntando si habrá gasolina el primero de mayo y en poco tiempo más de cuatro mil personas respondieron. Más del 90 por ciento de los internautas consideraron que sí, que el combustible aparecería sin falta.
En redes sociales más de una persona comentó que para los desfiles y las actividades políticas nunca faltará el aseguramiento en Cuba, “precisamente por una cuestión política” y por la imagen que el país da al mundo un día como ese.
El desfile del Primero de Mayo ha sido históricamente para el gobierno de Cuba uno de los principales eventos propagandísticos y de reafirmación de respaldo al proceso revolucionario, puesto que por la Plaza de la Revolución de La Habana desfilan en esta fecha cientos de miles de personas, y hasta más de un millón en algunas ocasiones, lo cual representa cerca de la mitad de la población de la capital.
También en el resto del país se efectúan desfiles y mítines con miles de personas en plazas o parques, dependiendo del territorio.
A inicios de esta semana el ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, informó que la escasez de combustible en el país continuará al menos hasta mayo y que se seguirá disponiendo de una “capacidad disminuida” para no tocar cero a causa de la inestabilidad en el suministro.
Las medidas para enfrentar la situación incluyen el racionamiento de la cantidad de combustible que se vende por vehículo así como una organización de los servicentros dependiendo de si se va a vender diésel o gasolina.
Varios choferes entrevistados por Cuba Noticias 360 a lo largo de esta semana coincidieron no sólo en que el desfile se realizaría sin importar el costo, sino también en que lo importante en el país siempre serán las apariencias.
Más de uno recordó las llamadas «tribunas abiertas» que se hacían cada mes a inicios de los años 2000 en Cuba, centradas en el tema del retorno de Elián González a la isla, algo que al final se logró en los tribunales sin que las constantes movilizaciones impactaran realmente en la decisión judicial.
Lo mismo sucedió con quienes fueron conocidos como los “cinco héroes prisioneros del imperio”, por cuya liberación de cárceles de Estados Unidos se convocaron cientos de actos y tribunas, para que al final su regreso a Cuba dependiera de negociaciones internas entre Washington y La Habana, en el contexto del acercamiento ocurrido mientras Barack Obama era el presidente estadounidense.