Foto: José A. Rodríguez
Texto: Hugo León
Al cierre de marzo el plan previsto para la captura de peces en la presa Zaza, la mayor del país, se acercaba apenas al 40 por ciento de lo concebido, según cifras oficiales de las entidades comprometidas en la tarea.
Durante todo el primer trimestre del año apenas fue posible enviar a la planta de procesamiento unas 291 toneladas de pescado de las 726 previstas, de acuerdo con un reporte reciente del periódico provincial estatal de Sancti Spíritus.
El medio Escambray lamentó que la situación afecte no solamente el desempeño productivo de la entidad sino también la economía personal de los trabajadores y, además, la presencia de ese surtido en la mesa de las familias espirituanas.
De acuerdo con los expertos en el tema esta situación está dada por “la poca manifestación de las especies que habitan la presa Zaza”, sin desestimar los fuertes vientos que interfieren en las operaciones pesqueras.
Asimismo, cabe destacar que en los últimos años se ha reducido considerablemente el área de operaciones. Algo que influye en que los pescadores tengan más difícil el acceso a sitios donde puedan encontrarse los peces.
Los propios pescadores indicaron que no existen peces suficientes en desarrollo y, por tanto, poca presencia de los mismos. No obstante, las autoridades de la Acuicultura de Sancti Spíritus señalan que en la presa se han depositado unos 100 millones de alevines de ciprínidos (entre ellos carpas), lo cual representa el 95 por ciento de la semilla producida en el territorio.
En opinión de los pescadores, estos altos volúmenes de siembra provocaron también la falta de alimento natural en la presa, por lo cual el desarrollo de los peces es más lento. Esta sería la razón principal para que en las redes caigan peces de menor peso y talla comparados con los capturados en otras campañas.
Entretanto, desde el periódico espirituano afirman que en la Zaza debe permanecer oculta una gran cantidad de peces por ser capturados pues ni han ocurrido eventos hidrometeorológicos de envergadura en el territorio ni ha sido necesario abrir las compuertas de la presa, vía de escape de la biomasa en crecimiento.
