“Y, ahora, ¿qué ha tocado ese?”: Las frases más icónicas de los muñequitos cubanos

Texto: Redacción Cuba Noticias 360

Como la industria azucarera —ya casi extinta—, el tabaco y el clima de eterno verano, los animados “made in Cuba” forman parte indisoluble de la identidad nacional. Generaciones y más generaciones de cubanos han convivido durante décadas con muñequitos concebidos y desarrollados en el país por los célebres Estudios de Animación del ICAIC que, desde 1960, vienen estimulando la imaginación de los más pequeños de casa.

Llegar de la escuela directamente para el televisor en las tardes de lunes a viernes y levantarse temprano en vacaciones para encontrarse con los animados eran parte de la rutina de millones de niños de diferentes épocas que, a fuerza de verlos una y otra vez, llegaron a asimilar las frases icónicas de cada capítulo. Hoy esos parlamentos integran naturalmente el argot popular de los cubanos.

Para evocar aquellas frases imprescindibles que los animados infantiles le aportaron a la cultura nacional, Cuba Noticias 360 elabora este resumen que más bien parece un test de cubanía.

1. “Hermosa mañana para explotar indios” es uno de los parlamentos más célebres del corto cubano Tabey, que también incluyó el muy recordado “No seas malo, indiecito lindo”, una oda al humorismo de su guionista, Juan Padrón.

2. El animado de las ratas que intentan robar el huerto escolar ha dejado para la posteridad frases como “¡Mientes!, rata inmunda”, “Yo vine embarca’o, guardia. Me trajo este que es un antisocial” y “Tú ve’, por tu culpa”, que era respondida con “Eh, ¿culpa de qué?”. Con diseños de Jorge Oliver y dirección de Juan Padrón, es uno de los muñes más populares para cubanos de todas las edades.

3. Cecilín y Coti clasifican entre lo más citado de la televisión cubana con la frase “¡Qué pescado más flaquito!” y la canción del “trencito que recorres los caminos”. Al igual que Chuncha y Elpidio Valdés, Cecilín y Coti nacieron como una historieta. Su creador, Cecilio Avilés, es uno de los mejores dibujantes cubanos y tiene casi 20 álbumes de historietas publicados.

4. “Yo no le hago caso a lo que dice esa vieja” es probablemente una de las frases más recurrentes del animado que recrea los juegos de Matojo, Igor, Iván, Patricia y el perrito Lucas. Creado por Manuel Lamar Cuervo (Lillo), hizo su aparición en las páginas de Palante durante los años 60 y luego pasó a la revista Zunzún. “Un nadador, necesitamos un nadador” es otro parlamento muy repetido de Matojo.

5. A la campista más destacada deben los cubanos frases vigentes en el argot popular como “¡Alabao!”, “Fumiga, Paquito, fumiga” y “No voy, ¡he dicho que no voy!”, así como la cuarteta cantada a su vecino en plena acampada: “Machete rima con lima,/ riman la grúa y el gancho,/ pero no rima el campismo/ con la barriga de Pancho”.

5. Si bien no destaca por su elevada factura y gran acabado, La historia del fuego ha aportado expresiones como “Eso les pasa a ustedes las mujeres, que son unas nerviosas” y “Los niños, verdaderos incendiarios natos”, que suelen recitarse hasta imitando la entonación original.

6. Sin mucho vuelto estético, pero sí con buenas peripecias, el corto conocido como El agua y la higiene se volvió famoso por dejar en el imaginario nacional las expresiones “La peste el último” y, en especial, “Si me mojo me da catarro”.

7. “Aquí dice ta-ba-co” figura entre las frases más recordadas de Guaso y Carburo, dos perros que resuelven problemas y actúan como detectives y que fueron creados por el humorista Luis Arturo Castillo Barzaga. La historieta recrea la lucha de estos dos personajes contra los tres ratones que siempre quieren robar o destruir algo. Hasta el momento, se han hecho 12 cortos de animación.

8. La pequeña detective de las motonetas surgió gracias al talento de Mario Rivas. “Fernanda, mi socia” y “Fernanda, estás tufá” son frases que todavía retumban entre los cubanos, sobre todos los más jóvenes, porque la serie saltó a las pantallas hace apenas una década.

9. Si unos dibujos animados calaron hondo en la cultura cubana fue Vampiros en La Habana. “Oye, el de la cornetica, ¿tú no trabajas por la mañana, mijito?”, “Rey del mundo” y “Vendo enanitos verdes” resultan los más llevados y traídos dichos de este simpático y peculiar largometraje que tiene una segunda parte, que sin embargo no logró alcanzar el éxito de la primera.

10. A Elpidio Valdés, el más creativo y venerado personaje de Juan Padrón, corresponde la primacía absoluta en cualquier ranking que pueda hacerse sobre animación cubana. Lo mismo en sus largometrajes que en los cortos, el universo creativo de los mambises y sus archienemigos, los españoles, han legado expresiones que hoy cualquier cubano identifica, más allá de la latitud y la cultura en la que esté. “¡Eso habría que verlo, compay!” es, sin dudas, una de las frases más empleadas a nivel simbólico en las más diversas circunstancias.

¿Quién no ha dicho, en un repentino cambio de estado climatológico o ante una situación desconcertante, “¡Qué país!”? ¿Qué cubano no ha mascullado “Tócate, María Silvia”, “Qué susto, Josú” y “Mambises, bestias, no tiréis con ventanas”?

“El mejor corneta del Ejérrrrrcito Libertador”, “Y, ahora, ¿qué ha tocado ese? Se oye clarito, clarito: ¡retiradaaaaaa!”, “La suya, por si acaso, míster” y el muy socorrido “¡Adelante, leones hispanos, no os dejéis provocaarrr!” figuran también por derecho propio en la amplia lista de frases que los cubanos heredamos de los animados hechos en la isla, una producción que no avanza más por la escasez de recursos, no por falta de creatividad ni de talento.