Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Por la delicada situación que atraviesa el transporte en Cuba, la Empresa de Servicios de Reservación Viajero informó sobre su nueva política de comercialización de los pasajes interprovinciales en ómnibus y tren a través de la aplicación Viajando.
Los ajustes son en consonancia con las opiniones de los usuarios respecto al descontento que genera la poca disponibilidad de capacidades de viaje, aclaró la entidad del Ministerio del Transporte en la red social Facebook, un mensaje que fue publicado por el periódico estatal Granma.
La medida se hizo vigente desde el 2 de julio y consiste en admitir la reservación de hasta 80 capacidades dentro de un rango de 30 días.
Explican que, por ejemplo, una persona que posee 80 o más capacidades reservadas en el período de tiempo mencionado, debe esperar al siguiente día para comprar nuevamente, pero ya no podrá comprar la misma cifra de pasajes, sino la que se le habilitará en dependencia de la que ya tenga en su apartado de Mis Reservas en la aplicación Viajando.
Recordemos que la aplicación Viajando permite adquirir, con pago a través de Transfermóvil, boletos para viajes interprovinciales.
Si bien se ha comprobado la estabilidad de la apk, incluso en los momentos de mayor demanda, lo cierto es que una de las mayores deficiencias reportadas son los bajos niveles de viajes, dado por problemas objetivos del transporte, como roturas de ómnibus y trenes y, el déficit de combustible.
Viajero anunció que a partir del 1ero de agosto habrá otra modificación, pues se reducirá el límite a 30 reservas en el mismo rango temporal. Con esta medida se pretende aumentar las posibilidades de compra de los usuarios y evitar la venta no autorizada de capacidades, aseveró la empresa.
La apk Viajando fue creada para dispositivos móviles con sistema Android, versión igual o superior a la 4.4.2, y se requiere de un correo electrónico y servicio de conectividad a través de Wifi, o paquete de datos móviles para iniciar la compra de pasajes en ella.
Camagüey, jueves 7 de Julio de 2022.
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Soy Eduardo Jorge Guerra Martínez, carné 77010116682, vecino de Calle D, # 15 interior, Entre 1ra y Bagot, Reparto Buenos Aires, Camagüey Cuba… Hago este escrito para DENUNCIAR el MALTRATO E INSENSIBILIDAD TOTAL que nos ha mostrado hoy, también la Empresa de Ferrocarriles de Cuba, pues así ha sido la imagen que nos han mostrado hoy sus representantes (policías ferroviarios, ferromozas, y los que dirigían este tren con sus Walkie Talkie o Boqui Toqui) en el tren 8, el tren Manzanillo-Habana con tripulación tengo entendido de Granma, que llegó cercano a las 8 PM a la estación de Camagüey…
Yo tuve de visita en nuestra casa un hermano, Rolando Chenlig Guerra Martínez (Carné: 73060506302) que desde hace unos años vive en Matanzas, y hoy quise ayudarlo a embarcarse en el susodicho tren, hasta Jovellanos, hacia donde iba mi hermano… Nos habían dicho que era muy difícil que ese tren diera capacidad, y -como el equipaje de mi hermano era muy pesado (y de varios bultos)- queríamos cerciorarnos primero de sí él alcanzaba pasaje, para luego entre él y yo trasladar con más seguridad ese pesado equipaje desde el reparto algo lejano de Buenos Aires, antes de las 8:20 PM, que era el horario de salida oficial de ese tren… Cincronizamos todo (comunicándonos A PAGAR YO -con el 99-, por el teléfono de una mujer, viajera como nosotros), y apenas esa mujer sacó gentilmente el pasaje de mi hermano, mi hermano -mientras tanto- se había trasladado a nuestra casa para traer -entre él y yo- urgente el equipaje. El tren salía a 8:20 PM hacía la Habana, y nosotros llegamos a la estación a las 8:16 PM. El tren en lo que nosotros comenzamos a buscar a la mujer que sacó el pasaje a mi hermano, todavía se quedaría en la estación como hasta las 8:30 PM; o sea, que todavía llegamos a la estación unos 14 o 15 minutos antes de que el tren siguiera su rumbo a la Habana…
LA INSENSIBILIDAD DE UNA MUJER, UNA TRIPULACIÓN, Y UNA ESTACIÓN:
Todo parece indicar (ya que esa mujer no cogió las llamadas que le hice para que ella nos dijera en qué vagón estaba y así pedirle el boletín de mi hermano PARA QUE LO DEJARAN SUBIR), que esa mujer al final se arrepintió de ayudar a mi hermano, porque así se beneficiaría con 50 pesos DE VUELTO que debía devolverle -junto con el boleto- a mi hermano. Cuando vi que ya no quedaba otra opción (PUES, NI POLICIAS FERROVIARIOS, NI FERROMOZAS DE ESE TREN, NI LOS QUE DIRIGÍAN CON BOQUI TOQUI EL TREN, NOS PRESTARON LA MÁS MÍNIMA ATENCIÓN), entre mi hermano y yo, empezamos por todo el andén a gritar y gritar: _»Por favor, la mujee que sacó el boletín de mi hermano, por favor ¡Coje la llamada que te estoy haciendo a pagar yo, o danos el boletín para que mi hermano pueda irse, sino se va a quedar!…Por favor, danos el boletín que sino no dejan subir a mi hermano» (Mi hermano daba gritos también con un mensaje similar). La gente dentro del tren MOSTRÓ MÁS SENSIBILIDAD QUE TODOS ESTOS, al mirar nuestra desesperación gritando a viva voz… Los policías ferroviarios nos mandaban a callar. Las ferromozas nos cerraban las puertas o nos decían que mi hermano no podía pasar. Y a solo un metro de mí, el que parecía que dirigía ese tren desde uno de los vagones, sin mostrar la más mínima sensibilidad humana, dijo: _ «Oye, ¡Métele pa’lante yaaaaa!»…y subió -INSENSIBLE- a su vagón…
Nos sentimos frustrados. Instantes antes, la mujer, al parecer porque vio que el tren no había salido en su hora (8:20 PM) y temiendo que el tren seguiría parado ante nuestros gritos, le había dejado recuperar -casi MIENTRAS YA EL TREN COMENZABA SU MARCHA-, el boletín, el carné y el vuelto de 50 pesos a mi hermano. (Ella no dio la cara, sino que la gente fue la que llamó desde un vagón a mi hermano y le dio esas 3 cosas a mi hermano…) Pero, al final, pudo más la INSENSIBILIDAD DE ESA TRIPULACIÓN, Y DE ESA ESTACIÓN: NO paró el tren. Y luego, no quisieron reintegrarle el boletín a mi hermano en esa estación de Camagüey, porque alegaban que «se arrepintió a última hora y no había devolución a última hora»…
¡Qué INSENSIBILIDAD! Prefirieron que todo quedara como «un viajero que se arrepiente a última hora», en vez de reconocer que era un viajero al que NO LE DEJARON SUBIR A SU TREN, TIRÁNDOLE LAS PUERTAS EN SU NARIZ, y embolzándose otros 50 pesos AL IGUAL QUE COMO INTENTÓ LA MUJER…
Estuve tirado (acostado) al pie de ese andén con un dolor -por la alteración que cogí- cerca de la zona del pecho, como media hora desde que ese tren sin tripulación sensible se fue, y NADIE vino ni a preguntarme qué yo hacía tirado ahí, sino más bien fue un momento para enterarme por mi hermano que NO le reintegrarían su boletín. ¡Suma indolencia!
Un problema este que -a mi juicio- tenía una SOLUCIÓN sencilla: Los de la TRIPULACIÓN debieron preguntarle a la de la taquilla de Camagüey si era verdad que vendieron un boletín a mi hermano (porque la de la taquilla tenía LA LISTA DE ESPERA) y luego PARA EVITAR QUE EL TREN SE DEMORARA AHÍ, una vez verificado que a mi hermano SÍ se le sacó el pasaje, SE DEBÍA HABER PERMITIDO QUE MI HERMANO SUBIERA RÁPIDO AL TREN, y luego SE HUBIERA BUSCADO VAGÓN POR VAGÓN A LA MUJER QUE TENÍA EL BOLETÍN Y CARNÉ DE MI HERMANO y ¡¡¡Resuelto el caso!!! Todo se hubiera resuelto CON ¡¡¡UN POCO!!! DE SENSIBILIDAD, a pesar de que la que menos sensibilidad mostró al final fue LA MUJER que no quiso cojer mis llamadas A PAGAR YO, para que mi hermano pudiera subir sin tanto disgusto a ese tren.
HAGO ESTA DENUNCIA PÚBLICA PORQUE NO CREO QUE ESTO DEBA QUEDAR IMPUNE. Los implicados deberían SER SENSIBLES AHORA y por lo menos POR VERGÜENZA deberían reintegrar el boletín a mi hermano, pues aunque sean 50 pesos ¡Son los 50 pesos que los diferenciarían de esta MUJER INSENSIBLE! O sino ¡Quedarán a la par de ella!
Muchas gracias.
Eduardo Jorge Guerra Martínez. Celular: +53 58171453. [email protected]
Mi hermano Rolando Chenlig Guerra Martínez puede ser localizado en Matanzas por el celular: +53 56357439.