Texto: Mónica Fernández
El gobierno de los Estados Unidos continúa tomando distancia de la crisis cubana: niega que planee una intervención militar o que vaya a aceptar un nuevo éxodo similar a los de 1980 y 1994. Y lo ha dejado claro usando portavoces cubanoamericanos: los senadores Marco Rubio y Robert (Bob) Menéndez, y el secretario de seguridad nacional Alejandro Mayorkas.
“No vamos a tener una intervención militar en Cuba. No lo ha hecho ninguna administración ni republicana, ni los más anticomunistas (…) eso es lo que quieren los fidelistas, los que mantienen el poder en Cuba quieren promover eso. No va a haber una intervención militar”. Esas fueron las palabras del Senador Menéndez este martes, quien llamó a que los esfuerzos de apoyo al pueblo cubano provengan de la comunidad internacional y no desde los Estados Unidos exclusivamente.
Por su parte, en la tarde del lunes Marco Rubio dio un discurso ante el Senado donde criticó las políticas económicas de Cuba y al comunismo como sistema. Alertó, además, que el gobierno cubano podía volver a intentar la estrategia de un éxodo como vía de escape a la crisis política del país.
“No toleraremos que ellos alienten una migración masiva. Porque eso es lo que ellos hacen. Lo han hecho ya dos veces. Las cosas se ponen mal, y ellos dicen: si no levantas las sanciones, si no vas de vuelta a las políticas de la era Obama, si no te deshaces del embargo, será inevitable que 50 000 personas se lancen al océano rumbo a los Estados Unidos (…) Trataremos el fomento de la migración masiva hacia los Estados Unidos como un hecho hostil, y actuaremos en consecuencia”, dijo en sus declaraciones.
A tenor con las anteriores declaraciones de la Guardia Costera, el secretario de eeguridad nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió durante una conferencia de prensa este martes que Estados Unidos no permitirá la llegada de balseros cubanos o haitianos a los Estados Unidos. «No entrarán», enfatizó, ni siquiera en casos de solicitudes de asilo».
La postura de Estados Unidos, de mantenerse, deja en manos de los cubanos la resolución del conflicto. ¿Podrá Biden sostener este alejamiento?
