Texto: Raúl del Pino
Foto: RL Hevia
Sin lugar a dudas, Julio César La Cruz es uno de los mejores púgiles que ha dado la escuela cubana de boxeo en su historia. Para muestra solo habría que echar un vistazo a los dos oros olímpicos y las cinco fajas mundiales que adornan la cima de su amplia vitrina de títulos, pero si miramos su palmarés dentro de las fronteras nacionales también podemos quedar sorprendidos.
“La sombra”, como se le conoce por su característico estilo de riposta, acaba de escribir otro capítulo brillante en los libros del pugilismo antillano al ceñirse su decimotercera corona en los clásicos domésticos del Torneo Playa Girón. Ese hito solo lo había logrado antes el trimonarca olímpico Félix Savón, sin embargo, La Cruz lo iguala sumando lauros en tres divisiones diferentes.
Después de reinar nueve veces en los 81 kilogramos, la primera de ellas en un lejano año 2008 cuando solo tenía 18 años de edad, ascendió a los 91 kg antes de los Juegos Olímpicos de Tokio y en esa categoría conquistó tres cinturones. Ahora, debió subir un kilo más para estar acorde con las nuevas divisiones internacionales, por lo que su último cetro llegó el pasado domingo en los 92.
Muy poco pudo hacer el santiaguero Freddy Pérez frente a un La Cruz rebosado de confianza, sabiéndose superior en todas las líneas de combate, algo que también ratificaron los jueces al concederle la victoria por votación unánime de 5-0, el mismo resultado que la pelea que enfrentó a ambos boxeadores hace un año.
La corona 13 del capitán de los Domadores de Cuba fue la más sonada de las noticias que dejó la edición 60 del Playa Girón en Sancti Spíritus que finalizó este domingo, pero no la única. De hecho, la escuadra representativa de la provincia anfitriona también acaparó titulares al salir airosa por vez primera en la competición por equipos y romper la hegemonía de años que ostentaba Camagüey.
En el plano individual, igualmente resultó protagonista otro monarca bajo los cinco aros, en este caso el guantanamero Arlen López, con su noveno galardón dorado en estas lides, y el cuarto en los 81 kilos. También llamó la atención que el subcampeón mundial de 2023 Sabdiel Horta destronara ante su público al local Yosbany Veitía, cuatro veces titular y defensor de la faja en los 57 kg.
Inicialmente este certamen estaba previsto para los primeros días de diciembre, pero la Federación Cubana de la disciplina los pospuso para el actual año alegando “razones estratégicas”, las cuales respondían tanto a motivos económicos como deportivos. Tras el anuncio de la nueva convocatoria entre el 9 y 14 de enero, el presidente del organismo Alberto Puig de la Barca destacó que el evento tendría crucial importancia a la hora de elegir a los púgiles aspirantes a participar en el venidero torneo clasificatorio para París 2024, a celebrarse en Busto Arsizio, Italia, entre el 29 de febrero y el 12 de marzo.
Cuba ya cuenta los cupos que se ganaron Arlen López (80 kg), Julio César La Cruz (92 kg) y Saidel Horta (57 kg) en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, por lo que ahora iría en busca de los boletos restantes en las otras cuatro divisiones convocadas para la capital francesa.
Sin embargo, el boxeo tiene una barrera bien difícil de superar con respecto a los pasados Juegos de Tokio 2021, donde el llamado “buque insignia” sacó una formidable cosecha de cuatro oros y un bronce para ganar la competencia por naciones y contribuir con más de la mitad de los títulos de la delegación cubana en general.
A dos años y medio de esa gesta, la realidad del deporte de los puños en la isla es bien diferente, pues algunas de sus principales figuras abandonaron el país, como el monarca de Tokio Andy Cruz, considerado el púgil más completo de Cuba en su momento, o el camagüeyano Yoenlis Hernández, quien apenas horas después de convertirse en bicampeón mundial el pasado mayo, decidió tomar otro rumbo.
Asimismo, otros fajadores laureados como los propios La Cruz y Arlen López llegarán mucho más veteranos, mientras que otros experimentados como Roniel Iglesias y Lázaro Álvarez todavía tienen que ganarse el pasaporte a París.
