Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
“Ya nos fuimos adelante con las leyes, ahora hay que lograr que esas leyes no sean para que las estemos expresando en multas y en cifras de restricciones”, decía el presidente cubano Miguel Díaz-Canel a finales de 2022 sobre la Ley de Soberanía Alimentaria y otras adoptadas ese año, y sus palabras vuelven a tener vigencia ahora que se anuncia una nueva Ley de Salud Pública que está por llegar.
De acuerdo con el sitio oficial de la Presidencia cubana, el Consejo de Ministros aprobó en su última reunión varias normas jurídicas que serán presentadas a los diputados cubanos para su aprobación, entre ellas el anteproyecto de Ley de Salud Pública en cuestión.
¿Qué trae de nuevo la Ley de Salud Pública?
En el encuentro de alto nivel Tania Margarita Hernández Cruz, viceministra primera del sector, aseguró que con el texto se ratifica a la Salud Pública “como un derecho del pueblo”.
Asimismo, se desarrollan derechos y garantías constitucionales y deberes de las personas; y se propone el concepto de los servicios de atención, protección y recuperación de la salud, detalló.
Según la viceministra, el documento actualiza “las obligaciones del Estado y el Gobierno para garantizar los servicios accesibles, gratuitos y con calidad; establece funciones y obligaciones a nivel local”.
Además, recoge determinaciones para el final de la vida, los principios y fines de la Salud Pública, así como el funcionamiento de las actividades del Sistema Nacional de Salud, de acuerdo con Hernández Cruz.
¿Podrá la ley llenar farmacias y mejorar los hospitales?
El texto todavía está pendiente de revisión y aprobación -o no- por el Parlamento cubano, aunque a juzgar por la tradición, la ley pasaría sin mayor dificultad. Así sucedió ya con la ley de Pesca, la Ley de Fomento Ganadero, la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y otras.
El problema, reconocido y debatido por la dirección del país, es que estas leyes no se han traducido en mejoras para los sectores que regulan.
Las mayores dificultades no radican precisamente en la leyes sino en su aplicación, así como en la productividad y eficiencia de los renglones económicos involucrados.
El presidente cubano lo resumió muy bien: “el problema es que hay tres leyes: tenemos una Ley de Soberanía Alimentaria y no hay alimentos; vamos a aprobar una Ley de Fomento Ganadero y no hay ganado, y tenemos una Ley de Pesca y no hay pescado”.
En ese momento, muchos aplaudieron su sinceridad y que criticara lo que sucede con las leyes, que no han logrado garantizar mejoras para el país.
Ahora, con la venidera Ley de Salud Pública, se pondrá a prueba una vez más la capacidad de la isla y de su dirección para enfocar el desarrollo de la salud, un sector afectado por carencias materiales y profesionales que ponen en riesgo el bienestar de los nacidos en Cuba.
