Texto: Raúl del Pino
Fotos: Cortesía del entrevistado
Los Toronto Blue Jays destacan entre las organizaciones de MLB que en los últimos años han apostado por el talento cubano. Muchos recuerdan todavía las cuatro campañas que Lourdes Gurriel Jr. transitó por esa franquicia entre 2018 y 2022 antes de poner rumbo a Arizona, pero esta temporada baja los canadienses decidieron volver firmar a dos peloteros antillanos.
El primero de ellos fue el lanzador Yariel Rodríguez, as del equipo Cuba en el V Clásico Mundial y quizás uno de los agentes libres más cotizado del mercado. El caso del derecho camagüeyano resultó uno de los más seguidos en el mercado invernal a partir de la demora de su visado para poder incorporarse al entrenamiento primaveral con su nuevo conjunto.
Esa situación se resolvió felizmente y Yariel logró viajar a Tampa hace algunas semanas, donde los Azulejos se preparan para el Opening Day. Sin embargo, en las oficinas de Toronto también se barajaba otro nombre de un pelotero antillano que probablemente estuviera fuera del radar de la mayoría de los especialistas que siguen con atención el mundillo de los fichajes.
Se trata del receptor Luis Enrique Gómez, quien durante varias temporadas fue compañero de equipo del propio Yariel en los Toros de Camagüey, en las Series Nacionales de béisbol. El máscara camagüeyano firmó este miércoles por un bono de 100 mil dólares, una cifra extraordinaria atendiendo sus 29 de años de edad, según la información publicada por Francys Romero.
Precisamente, sobre su firma Gómez conversó en exclusiva con Cuba Noticias 360: “Quizás se ve que es un poco tarde ya, pero nunca lo es si la dicha es buena. Estoy bien preparado física y mentalmente, y sí creo que el reto es doble, ya que voy a estar rodeado de varios atletas de menor edad, pero estamos parejos todos y solo queda prepararse y hacer las cosas bien en el play”.
Todos los años decenas de peloteros cubanos se marchan de la isla por diferentes vías con la ilusión de pactar con alguna franquicia de la Gran Carpa, un sueño que ahora “Lusito”, como le bautizaron en el estadio Cándido González de su tierra de origen, puede decir que se le hizo realidad, aunque todavía le cueste creerlo.
“Esta oportunidad es la satisfacción más grande que puede tener un atleta de béisbol en cualquier país del mundo. Es una etapa nueva de mi vida, la cual voy a enfrentar con mucha disciplina, mucha dedicación y sobre todo muchas ganas de superarme cada día, que es algo q siempre está en mí. Me siento muy orgulloso de mi trabajo por este sueño cumplido, solo queda entregarse cada día en el terreno y que este diga la última palabra”.
En su fichaje por Toronto dos personas jugaron un papel importante: su amigo Yariel, con quien además de disputar varias temporadas en Cuba, también compartió varios try outs y meses de preparación en República Dominicana, y el representante de ambos, Edgar Mercedes, del agencia Born To Play.
Sobre el ex integrante de los Dragones de Chunichi no ocultó la relación fraternal que los une: “Para nosotros siempre fue un orgulloso caer en el mismo equipo ya que venimos juntos hace mucho tiempo, además de pasarnos un año aquí entrenando y trabajando duro para lograr el objetivo. Siempre hacíamos eventos juntos y realmente sí vimos siempre la posibilidad de terminar los dos en la misma organización… Mucho tuvo que ver nuestro representante junto al equipo de agencia en esta realidad que hoy estamos viviendo”.
Una vez terminado este momento de euforia tras la firma, para Luis Gómez llega el reto mayor de incorporarse al béisbol más exigente del planeta e intentar mantenerse y prevalecer, algo que la gran mayoría no consigue. “El equipo se ha mantenido en contacto conmigo. El próximo paso es la visa que ya me la están haciendo para arribar lo más antes al complejo de Toronto en Tampa y de esa manera empezar a entrenar junto al equipo en liga menor”, nos reveló antes de la despedida.
Gómez vistió el traje de los Toros camagüeyanos durante nueve Series, pero fue en las últimas que gozó de verdadero protagonismo, fundamentalmente gracias a sus excelentes maneras detrás el home. Específicamente su labor en la Serie 60, le valió para ser llamado al equipo Cuba que participó en la Copa del Caribe del 2021.
Antes de su salida del país hacia Dominicana en el primer semestre del año pasado, dejó un promedio ofensivo de .246, producto de 114 imparables en 464 turnos, con ocho vuelacercas, 54 impulsadas y un porcentaje de embasado (OBP) de .317. A la defensa destaca su tasa de cogidos robando de .469%, producto de 43 atrapados en 81 intentos.
