Texto y foto: Raúl del Pino
Algunos –o quizás muchos– pudieran pensar que la situación que vive Cuba hoy en día va de lo sublime a lo ridículo o viceversa. Para muestra, la más reciente decisión de las autoridades del béisbol en la isla de autorizar juegos nocturnos esta semana en La Habana.
Cuando hasta hace pocos días todas las provincias del país se vieron afectadas por largos apagones, que en muchos casos superaron las 10 horas, y todavía actualmente existen varias localidades que sufren por ese motivo, el estadio Latinoamericano encenderá sus luminarias para los tres primeros juegos de la subserie entre Industriales y Ciego de Ávila, programados para martes, miércoles y jueves, a las 6:30 de la tarde.
Así lo informó la víspera el Comisionado Nacional y también presidente de la Federación Cubana de Béisbol y Sóftbol, Juan Reinaldo Pérez, de acuerdo con el periodista Guillermo Rodríguez en su cuenta de la red social Facebook.
Si bien la situación energética del país ha mejorado con la puesta en funcionamiento nuevamente de varias termoeléctricas que habían salido de circulación, según la información oficial, la población conoce que la verdadera causa de los cortes eléctricos es la falta de petróleo, que también golpea a otras esferas de la vida social, como el transporte, la producción de alimentos y tantas más.
Por eso sorprende que, a tan poco tiempo de la crisis energética más asfixiante de los últimos dos años, y que incluso provocó algunas protestas en la región oriental del país, el gobierno apruebe la realización de partidos de noche en la capital, precisamente el lugar menos afectado de todos por los apagones.
En medio de esta situación cuando menos irónica, Leones y Tigres reeditarán un nuevo capítulo de una rivalidad histórica que vivió su punto más álgido en la final de la Serie Nacional 51, que los entonces dirigidos por Roger Machado ganaron para celebrar el primer título de su historia.
A más de una década de ese todavía memorable duelo, los felinos ahora bajo el mando del olímpico Danny Miranda, llegan al coloso del Cerro en condición de líderes de la Serie 63, con un magnífico balance de 15 victorias y solo dos derrotas.
Los azules, por su parte, comparten la tercera plaza del campeonato con Camagüey, otra de las gratas sorpresas, ambos elencos con récord de 11 éxitos y seis descalabros. En el caso de los Toros, recibirán en su feudo al segundo clasificado Pinar del Río, dueño de otra excelente marca de 12-5 en este comienzo de temporada.
Sin lugar a dudas, los duelos que tendrán lugar en el Latino y el Cándido González se roban las expectativas de esta cuarta semana de certamen, que también depara otro interesante enfrentamiento entre Granma (10-7) y Matanzas (9-8), dueños de los puestos cinco y seis, respectivamente.
Por su parte, los actuales monarcas de Las Tunas regresan a su cuartel general del Julio Antonio Mella para hacer de anfitriones ante Cienfuegos, luego de experimentar una engorrosa situación la semana pasada relacionada con el transporte.
En primera instancia, los Leñadores no pudieron viajar a la Isla de la Juventud por la rotura del barco que los iba a trasladar a ese territorio ultramarino, y más adelante quedaron varados dos días en La Habana debido a la falta de un ómnibus que los trasladara de vuelta a su provincia.
El resto de los cotejos de la actual semana lo protagonizarán Artemisa-Villa Clara, Guantánamo-Sancti Spíritus, Isla de la Juventud-Holguín y Mayabeque-Santiago de Cuba, todos ocupantes de las posiciones fuera de la zona de clasificación, aunque todavía restan más de 55 juegos para el fin de la etapa clasificatoria.
