Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: NFTCuba
Es conocido que el sector turístico de Cuba fue golpeado duramente por la pandemia de COVID-19, y esto, sumado a otras causas, trajo una consiguiente caída en picado de las ventas de arte. Aunque las sanciones estadounidenses no se aplican explícitamente al arte, han dificultado la venta de las obras de los cubanos. De hecho, para los artistas cuya obra puede derivar hacia la política, puede ser muy difícil encontrar un lugar en las galerías cubanas.
Pero el artista multimedia cubano Alejandro Pablo García Alarcón encontró una solución en lo que algunos podrían considerar un tanto insólito: los NFT. Estas imágenes digitales registradas en una cadena de bloques, que generalmente se compran con criptomonedas, “ofrecen a los artistas como García Alarcón una rara laguna jurídica, ya que pueden beneficiarse de su arte en un escenario internacional con pocas restricciones de expresión debido a la naturaleza descentralizada del medio”, declara una nota de The San Diego Union Tribune.
En el 2023, sin embargo, las puertas se han cerrado, debido a que los principales sitios de comercio de NFT han ido bloqueando a varios artistas cubanos para que no puedan hacer negocios en sus plataformas, a menudo con pocas explicaciones o ninguna.
Al menos 30 artistas cubanos le han eliminado su perfil de dos sitios de comercio de NFT de propiedad estadounidense, incluso el más grande, OpenSea, y KnownOrigin. Pero ninguno de los sitios respondió a un correo electrónico enviado por The Associated Press en busca de aclarar el asunto.
Figuras importantes del arte digital cubano, incluso el espacio de arte interactivo más popular de La Habana, Fábrica de Arte Cubano, y el fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini, el primer residente cubano en vender una obra como NFT, han alcanzado esta lista de exclusión.
Paradójicamente, en el sitio web de OpenSea se destaca que se está “construyendo una economía digital abierta” y que los usuarios pueden “comercializar sus productos libremente”.
En este sentido, García Alarcón comenzó a vender NFT en OpenSea en abril de 2021, y su primera obra fue con un comentario político sobre la polémica detención de artistas cubanos que protestaban en enero de ese año. OpenSea, luego, promovió a García Alarcón como un artista a seguir, pero en marzo del año pasado le bloquearon su cuenta sin darle explicación.
Aunque la plataforma no ha dicho por qué retiró el trabajo de los artistas cubanos, todo indica que tiene que ver con el riesgo percibido de entrar en conflicto con las sanciones de Estados Unidos.
Y es que el costo de violar las sanciones puede ser elevado. Por ejemplo, en octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos multó con 24 millones de dólares a la bolsa de criptomonedas Bittrex, por permitir que los operadores eludieran las sanciones estadounidenses en lugares como Cuba, Siria e Irán.
Varios artistas coinciden que las plataformas de intercambio podrían estar haciéndolo por precaución, aunque otros conjeturan que las personas a las que no les gusta lo que ciertos artistas tienen que decir sobre Cuba podrían haber creado cuentas para etiquetar los perfiles de esos artistas.