Foto: FIFA
Texto: Raúl del Pino
El próximo jueves la FIFA aprobará de una vez por todas el nuevo formato competitivo del Mundial de Fútbol de 2026, que organizarán de manera conjunta México, Canadá y Estados Unidos, y tendrá su gran final el domingo 19 de julio de ese año.
La principal novedad del magno evento ya se conoce desde hace tiempo: por primera vez en la historia la cita universal reunirá a 48 selecciones en su fase final, lo que ampliará a 104 la cantidad de partidos a celebrarse, en detrimento de los 64 que se efectuaban desde que en 1998 estrenaron el formato de 32 equipos.
En un principio, la propuesta era dividir a todos los participantes en 16 grupos de tres integrantes cada uno, pero a partir de la emoción e intensidad vivida en la última fecha de la fase de grupos en el reciente Mundial de Qatar, finalmente se optó por 12 llaves de cuatro escuadras.
Eso sí, ahora clasificarán además de los dos primeros, los ocho mejores terceros lugares de cada sector. Después de la primera etapa solo quedarán eliminados ocho planteles y 32 avanzarán a la fase de muerte súbita, que a partir de ahora comenzará con los dieciseisavos de final.
Pero por mucho que a la mayoría de fanáticos les guste este aumento en la cifra de juegos, habrá que ver si a los jugadores o federaciones les parece igual, porque lo que si no incrementará es el número combinado de días de descanso, liberación y torneo. Ahora, los cuatro semifinalistas jugarán ocho partidos, uno más que antes.
Por tal motivo, en el Consejo de FIFA también prevé aprobar un grupo de trabajo para cumplir las exigencias establecidas respecto a la salud de los futbolistas, entre ellas, el descanso obligatorio de 72 horas entre partidos, un día de asueto semanal y un período de vacaciones para todos los jugadores luego de finalizado el torneo.
En el congreso del máximo órgano del fútbol que por estos días se celebra en Kigali, Ruanda, comenzará oficialmente el nuevo ciclo mundialista y se reelegirá también al abogado suizo de origen italiano Gianni Infantino como presidente de la FIFA por cuatro años más.
