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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
“Violación de la libertad religiosa”, así definió el sacerdote Lester Rafael Zayas Díaz la prohibición por parte de las autoridades cubanas de la procesión del Santo Entierro durante el Viernes santo en el Vedado.
A través de una publicación en el perfil de Facebook de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, el párroco informó de la notificación “a través de los canales pertinentes que no sería aprobada la procesión del Santo Entierro que había sido solicitada oportunamente”.
La procesión por las calles del Vedado se ha venido realizando durante más de 11 años, excepto durante la Covid-19 y el año pasado “que también fue negada”, agregó Zayas.
Según explicó, en el caso del año pasado la ceremonia no fue aprobada por falta de personal para garantizar la seguridad, pero en esta ocasión “la negativa vino dada en relación a mi persona. Por lo visto mis homilías incomodan o ponen nerviosos a algunos”.
Dada esta negativa, el sacerdote decidió hacer algunas aclaraciones en la red social y especificó que la procesión no es una iniciativa del párroco, sino que es “fruto del deseo de la feligresía y por tanto del pueblo que quiere manifestar públicamente su fe, quiere llevar la religión que profesan a sus barrios, a sus calles, a sus casas, a su vida diaria, es por tanto un derecho soberano del Santo Pueblo Fiel de Dios”.
Asimismo, el Padre Zayas refirió que “negarla como castigo a un párroco es además de absurdo, una violación de la libertad religiosa”, ya que este es solo “el portavoz del deseo del pueblo, es quien la solicita a la autoridad competente pero no es un deseo personal suyo”.
Respecto al contenido de algunas de sus homilías reconoció que pueden ser “incómodas”, pero “el Evangelio tiene una fuerza que como a todos nos interpela a todos nos incomoda, pero jamás ha sido usado el púlpito para hacer política, al estilo de los partidos políticos o como ellos entienden la política pues no es competencia del predicador hacer eso”.
“Si alguien ha querido ver en mis homilías otra cosa, ya sea de dentro o de fuera, no es correcta ni bien intencionada su visión”, afirma el religioso en su texto.
Igualmente aseguró que “nunca en mis años de sacerdocio he hecho uso del espacio público, dígase durante las procesiones, para exhortar a nada que no sea la piedad. Soy muy consciente del espacio público y máxime defensor de un estado laico, como para saber distinguir entre el espacio público que lleva un tipo de tratamiento y el espacio religioso que lleva otro”.
Dada esta situación, insiste en que no comprende “los temores que pudieran haber llevado a la negativa de la procesión. Como sacerdote y hombre adulto conocedor de las leyes y de la actual Constitución de la República sé qué me es permitido y qué no”.
Por último, Zayas lamentó “los inconvenientes que esta negativa pueda traer y el sinsabor que pueda provocar en el pueblo”, así como “que se vea maltratada la libertad religiosa de una parcela del pueblo de Dios, por cosas que podrían ser tratadas en un diálogo franco y sereno”.
A pesar de la negativa, la procesión del Santo Entierro se realizará el Viernes Santo a las 6 de la tarde por los predios internos de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en el Vedado.