Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Las autoridades cubanas alertaron sobre los delitos e ilegalidades cometidas contra los recursos forestales, la flora y la fauna silvestre durante 2022, destacando el decomiso de más de 29 toneladas de peces.
El director de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental de Cuba del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Jorge Álvarez Álvarez, destacó durante el balance anual de la entidad estatal que el pasado año se realizaron 91 inspecciones ambientales.
Según las palabras del directivo, citadas por la estatal Agencia Cubana de Noticias, lo más notable fueron las violaciones de la legislación ambiental, sobre todo las relacionadas con la flora y fauna silvestre.
En este sentido agregó que se aplicaron 44 contravenciones, incluidas 24 multas. Además, fueron decomisados 29.4 toneladas de peces, 14.1 de crustáceos, 4 524 especímenes y 765 metros cúbicos de madera.
Asimismo advirtió sobre las entidades del estado que poseen desechos peligrosos, en las cuales se encontraron varias violaciones y se impusieron 122 sanciones administrativas, entre ellas 96 multas.
Por último, el especialista del CITMA instó a aumentar la percepción de riesgo sobre el impacto que tienen esas acciones contra la flora y fauna, y los recursos naturales.
Cuba aprobó en marzo de 2020 el Plan Gubernamental para la prevención y enfrentamiento de los delitos e ilegalidades que afectan a los recursos forestales, la flora y fauna silvestre y otros recursos naturales.
Según las autoridades de la isla, desde su puesta en vigor “han aumentado las sanciones a este tipo de delitos, en especial con la legislación de bienestar animal, que también ampara a las especies de especial significación y aumentó las cuantías de las multas”.
Algunos casos han sido denunciados, principalmente a través de las redes sociales y algunos medios estatales.
Por ejemplo, en octubre pasado los ambientalistas y científicos cubanos alertaron sobre el aumento de la caza y venta de aves migratorias a través de una denuncia en redes que indicaba que “en áreas del Parque Lenin se observaban grandes cantidades de pájaros y de cazadores. Algunos de ellos, para burlar el control, están usando pomos de agua para trasladar sus capturas”.
El texto publicado aseguraba que “varios cazadores están ofreciendo impunemente ahora mismo grandes cantidades de aves que van llegando al país en olas migratorias” y que algunas especies se estaban vendiendo en el mercado negro entre los 400 y 1000 CUP.
Justo un mes antes también se conoció sobre la pesca y venta ilegal de la jicotea cubana, un ejemplar en peligro de extinción.
Varias publicaciones comentaban que en los últimos tiempos la jicotea cubana se había convertido en un producto frecuente en los grupos de venta en la red social y en la plataforma Revolico; además recordaba que dichas actividades están penalizadas por las leyes actuales en la isla.