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Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Este viernes, el Silicon Valley Bank (SVB) experimentó la mayor quiebra bancaria en Estados Unidos (EE. UU.) desde la crisis financiera mundial de 2008.
El banco tenía como principales clientes a empresarios de los sectores tecnológicos o respaldados por capital de riesgo ubicados en la importante zona industrial al sur de la ciudad de San Francisco, estado de California.
A medida que los rumores de crisis en la entidad se hacían más fuertes, muchos de sus clientes retiraron sus fondos a lo largo de la semana, lo que provocó la intervención de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y el cierre precipitado de sus operaciones.
De acuerdo con diferentes reportes de medios extranjeros, los depósitos del banco se encuentran bloqueados y en suspensión de pagos hasta el 13 de marzo.
El Founders Fund de Peter Thiel y otras firmas de alto perfil aconsejaron a sus inversionistas retirar el dinero cuando la casa matriz SVB Financial Group intentó recaudar más de dos mil millones de dólares a la desesperada para enfrentar una pérdida significativa.
Para cumplir con los retiros, SVB vendió el miércoles una cartera de 21 mil millones, sobre todo en bonos del Tesoro de EE. UU. y luego anunció otra venta de acciones por más de dos mil millones para salir a flote.
Sin embargo, esta estrategia no tuvo éxito y el respaldo del banco cayó un 60 por ciento, lo que arrastró a numerosas entidades financieras de Argentina, España, Reino Unido, Francia e Italia a una importante caída de sus activos en la bolsa internacional.
Fundado en 1983, el SVB ocupaba el puesto 16 en la lista de consorcios financieros estadounidenses y es la primera institución asegurada por la FDIC que quiebra este año.
Después de la crisis financiera de 2008, se implementaron regulaciones más estrictas en los EE. UU. para prevenir futuras crisis bancarias y proteger a los consumidores. Estas regulaciones incluyen la Ley Dodd-Frank y la creación de FDIC.
La FDIC es una agencia gubernamental independiente que se creó en 1933 para proteger a los depositantes en caso de quiebra bancaria.
Esta asegura los depósitos bancarios hasta cierto monto (actualmente $ 250,000 por cuenta), lo que significa que si un banco asegurado por la FDIC quiebra, los depositantes estarán protegidos.
