Texto: Hugo León
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue encontrada culpable y sentenciada a seis años de prisión, tras un juicio de tres años y medio por la causa “Vialidad”, reportaron este martes medios de la nación austral.
Como parte de la condena, Cristina Fernández fue además inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos.
La ex mandataria y actual vicepresidenta argentina fue encontrada culpable de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, durante un período que abarca sus dos presidencias (2007 al 2011 y 2011 al 2015), según el jurado.
La acusación hace referencia a más de 50 licitaciones en Santa Cruz, provincia argentina donde la ex mandataria desarrolló parte de su carrera profesional y política.
Las acusaciones de la fiscalía señalaron a Fernández de encabezar una asociación ilícita para direccionar junto a otras personas, contratos millonarios de obras viales que, según reclamaron, eran innecesarias, tenían sobreprecio y además quedaron incompletas.
Diego Luciani, fiscal al frente de la causa, pidió en agosto 12 años de cárcel para Fernández y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Fernández de Kirchner negó los cargos y denunció además que el caso se trataba de una persecución política en su contra y en contra del proyecto político que representa.
El proceso, que duró más de tres años, incluyó 13 imputados que recibieron o bien la absolución o sentencias de hasta seis años de prisión y en el que tomaron parte más de 100 testigos.
Poco después de leerse el fallo del juicio, Cristina Fernández afirmó que la condena estaba escrita desde mucho antes y que estaba claro que la idea era condenarme, como finalmente lo hicieron.
De acuerdo con declaraciones de Fernández y su equipo en varios momentos, el caso tuvo múltiples irregularidades. Entretanto, en su alocución de hoy, tras conocerse el fallo, la vicepresidenta dijo que la condenan porque condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo
Se trata de la primera vez que una figura política con un cargo tan alto es condenada en ejercicio de sus funciones en Argentina y, pese a que ni ella ni el gobierno convocaron a manifestaciones para este martes a la espera de la sentencia, en las afueras del tribunal se pudo observar a decenas de sus partidarios descontentos con la decisión.
A pesar de la decisión del jurado, Fernández de Kirchner tiene cierta inmunidad, debido a su cargo en el gobierno de la nación, que la protege legal y civilmente y que le evita ir a prisión, explicaron diarios argentinos.
Igualmente, esta sentencia de culpabilidad puede ser apelada por sus abogados, por lo que el fallo deberá pasar a la Cámara de Casación Penal, donde también podría volver a apelar, para llegar a la Corte Suprema de Justicia, y durante todo este tiempo, Fernández de Kirchner se mantendría libre.
Por otro lado, mientras la sentencia no quede “firme”, Cristina Fernandez tampoco está obligada a sujetarse a la inhabilitación, por lo que si lo desea podrá postularse a cualquier cargo público en las elecciones generales de 2023.
Al respecto, la vicepresidenta señaló en su alocución que la condena no son los seis años de prisión, la condena real es la inhabilitación para ejercer cargos políticos. Además, afirmó que en las próximas elecciones no será candidata a nada, su nombre no estará en ninguna boleta.
