Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: RL Hevia
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) sorprendió a más de uno con el inédito anuncio publicado este domingo en su órgano oficial, el periódico JIT.
A propósito de la edición 60 de los Juegos Escolares Nacionales que se celebrarán este año, el organismo rector de la actividad atlética en la isla lanzó una convocatoria para dotar de una mascota a esa añeja e imprescindible competición del deporte en la base y de categorías inferiores.
La escueta pero llamativa nota indica que podrán participar diseñadores, artistas de la plástica y otros creadores cubanos residentes en la Isla y amparados por una institución o forma de gestión con capacidad contractual.
Todas las propuestas deben ser enviadas en carpetas digitales al correo [email protected] antes del 15 de marzo del actual año, junto a los datos personales del autor.
Pero quizás lo que más motive a participar es que el ganador recibirá un premio en metálico (todavía sin especificar) y piezas representativas del vestuario utilizado por nuestras delegaciones en los más recientes juegos multidisciplinarios.
El uso de mascotas para distinguir competiciones deportivas es una añeja –y podría decirse hoy también que imprescindible– práctica que se remonta a varias décadas atrás, aunque en Cuba no es algo que se lleve a cabo de forma oficial o tradicional.
Probablemente, la más recordada sea el tocororo Tocopán en los Juegos Panamericanos de La Habana 1991. En el caso de las certámenes domésticos, el león de Industriales desde hace tiempo fue el pionero que se robó el protagonismo en las tribunas del capitalino estadio Latinoamericano.
En años más recientes, otras provincias también han imitado esas iniciativas y han logrado darle vida a las mascotas que identifican a sus equipos deportivos. Los Cocodrilos de Matanzas, las Avispas de Santiago y los Toros de Camagüey son quizás de los ejemplos más pintorescos en las últimas Series Nacionales.
Solo esperemos ahora que esta refrescante iniciativa del Inder no termine en un fracaso total como muchas otras, en las que han intentado complacer diversos gustos o deseos y el resultado final es un completo desastre.
