Texto: Redacción Cuba Noticias 360
Foto: Roy Leyra | CN360
Tras las nuevas medidas encaminadas a la bancarización, muchos cubanos, incluso economistas, han criticado estas normativas consideradas como un “latigazo” del gobierno al sector privado.
Elías Amor, en el reciente artículo El Banco Central de Cuba como instrumento represor del régimen, explica que dicha resolución reconoce que el incremento del uso del dinero en efectivo en las transacciones económicas y financieras ha provocado un retroceso de los niveles de bancarización e inclusión financiera en el país.
Es por esto que el gobierno «se siente desbordado y pretende recuperar el control. Y ofrece argumentos precarios para justificar este nuevo giro de la política económica», declara.
Y es que cuando se habla de los sujetos sometidos a la resolución son prácticamente todos los actores económicos, lo cual supone, indica el economista, un esfuerzo organizativo para muchos de ellos, especialmente para los privados y de dimensiones más reducidas, quienes “tendrán que optar por mecanismos de defensa que probablemente los arrastren a la actividad informal”.
Detalla, en este sentido: «Ellos tendrán que adaptarse a la exigencia del régimen, pese a que sus preferencias por los cobros y pagos en efectivo de las operaciones con el banco se suelen organizar con las entradas y salidas de efectivo, bien de forma directa y presencial, o por medio de cheque u otro instrumento de pago emitido para ser cobrado en efectivo por su beneficiario”.
Resulta fundamental el criterio conclusivo de Amor cuando atribuye a que el régimen debe estar en una crítica situación financiera pues «de la noche a la mañana, con nocturnidad y alevosía, las autoridades den un volantazo inesperado a su sistema bancario, cuyas consecuencias pueden ser nefastas para la economía».
Pedro Monreal fue otro de los especialistas que criticó fuertemente la medida, considerándola una “espada mágica” del gobierno.
Citamos: «Primero fue la Resolución 148/2023 sobre fichas de costo y ahora sale esto de la -bancarización-. Lo que se dice ´vital´, esto realmente no lo es. Vital es la seguridad alimentaria, reducir pobreza, contener inflación y subir salarios y pensiones ¡Enfóquense».
Asimismo, ha dicho: «El dinero digital reduce la circulación de efectivo (papel y metal) porque lo reemplaza parcialmente, pero no reduce la liquidez. Lo que pudiera haber ocurrido es que la cantidad de dinero papel circulada por el BCC hubiese sido intencionadamente menor que la necesaria».
Julio Herrera, arquitecto cubano, comentó: «Pobre del iluso que pensó que podía tener una Mipymes sin la intervención del régimen controlándoles su movimiento de dinero. Esto está pensado para que los únicos que se puedan enriquecer con las aperturas económicas sean ellos”.
Un artículo de Diario de Cuba se pregunta: “¿Queda claro ahora que la crisis de carencia de efectivo que hemos sufrido estos últimos meses fue planificada?”, y a ello responde:
“Habría sido mucho más barato y eficiente ampliar el cono monetario acorde a los precios actuales y futuros previstos, antes de tomar este camino de la bancarización. Sin embargo, nadie ha discutido la posibilidad de emitir billetes de 10.000 o 50.000, pues el Gobierno decidió, al contrario, reducir liquidez”.
Este mismo texto refleja: “El Gobierno creó un problema —la falta de efectivo— para imponer una solución —el dinero electrónico— aunque esto, inevitablemente, conlleve un abrupto enfriamiento de la economía en un momento en que la miseria está en niveles máximos”.
Una opinión contraria presenta el economista Omar Everleny Pérez Villanueva, quien dice se trata de una medida positiva en teoría, “cuyo éxito dependerá de que estén creadas las instituciones, los instrumentos y los mecanismos para que eso funcione”.
“En teoría, la bancarización no es mala, yo creo que es muy positiva porque realmente ya los precios en Cuba son demasiado altos y hacer cualquier tipo de operaciones, sobre todo a los pequeños empresarios, es muy engorroso, tienen que andar con mochilas, con maletines, etcétera, eh, o sea, partimos de que es una cosa positiva», refiere a Radio Martí el doctor en Economía.
