Texto y foto: Hugo León
Tres años han pasado desde que La Habana perdiera un espacio único para la música: el Jazz Café Galerías Paseo, que por estas fechas pero de 2020 fue cerrado, supuestamente para ser convertido en una tienda en MLC o para una reparación.
El sitio tenía 20 años funcionando como bar-restaurante de día y por las noches acogía presentaciones de géneros diversos como jazz o rock, dos de los menos privilegiados en la isla.
Además del tipo de música que allí se tocaba, lo volvían único su inigualable vista al mar y a parte del Vedado capitalino, además de sus precios, que para la fecha eran aceptables y competitivos con los de restaurantes y bares privados.
Allí tocaron, por ejemplo, músicos cubanos e internacionales durante festivales como el Jazz Plaza, y figuras destacadas del panorama del jazz cubano contemporáneo como Michel Herrera, Roberto Fonseca y muchos otros.
Sin embargo, nada de esto pesó lo suficiente para salvar el espacio cultural de ser cerrado y la polémica no tardó en llegar.
Inicialmente en redes sociales se extendió la versión de que el espacio sería convertido en una tienda de productos en MLC, algo que no parecía muy ilógico por varios motivos: el Estado estaba transformando las antiguas tiendas en MLC y el Jazz Café estaba en el interior de una enorme instalación que se convertiría completamente a la nueva moneda libremente convertible.
Poco después, funcionarios del Gobierno de La Habana aseguraron que el Jazz Café sólo estaba en reparación, y que el lugar seguiría siendo para los amantes del jazz y de la música cubana.
Tres años después ¿abre o no abre el Jazz Café Galerías Paseo?
Ni música ni MLC, el Jazz Café Galerías Paseo es actualmente un monumento más a la falta de recursos, a la falta de visión y el abandono de la ciudad, pues lleva tres años cerrado por supuestas reparaciones que nunca concluyeron o que tal vez ni empezaron.
Enigmático resultó el comentario de una trabajadora de Galerías Paseo. Para ella, sí se iba a convertir en tienda en MLC pero parece que «se echaron para atrás». También mencionó que luego del cierre el establecimiento tuvo algunas presentaciones, pero fue algo temporal.
El panorama del sitio es especialmente triste para quienes lo frecuentaban. El polvo ha invadido el lugar y la mayoría de las mesas y sillas están ahí, algunas regadas, otras todavía en su sitio.
Ni siquiera desmantelaron el lugar, allí siguen las decoraciones alegóricas al jazz con piezas fundidas en bronce imitando personajes tocando saxofón y otros instrumentos, la barra, un par de neveras…
Si en verdad iban o van a repararlo, ahora costará mucho más que hace tres años, y si no, simplemente es otro cierre que atenta contra la cultura en la urbe y contra el propio bolsillo del Estado. ¿De qué crisis se puede salir así?
El lugar podría haber sido dado en arrendamiento, como mismo ocurrió con el Jalisco Park del Vedado que actualmente brinda servicios con aparatos nuevos y variadas ofertas gastronómicas, pero hasta el momento no ha sido así y según constató el equipo de Cuba Noticias 360, ni siquiera los trabajadores de Galerías Paseo saben qué será del espacio a corto plazo.
Lo que sí saben es que una vez cerrado, siempre fue un temor que no volviera a abrir como lugar para la música, pues “no era muy rentable” y “no pertenecía a CIMEX, sino a TRD”, dijeron a este medio.
En última instancia, lo que en Cuba se cierra, es siempre lo que pertenece a la cultura, al pueblo, cómico, porque después las autoridades del país hablan de invasión cultural… como si la cultura se moldeara en las tiendas en MLC que no cierran, y no se creara en espacios como los que hoy se llenan de polvo en todo el país.
El Jazz café era uno de los sitios más acogedores de la ciudad. Durante el día como bar, una hermosa vista al mar y de noche muy buena música y precios asequibles. Por 10 cuc comida y el espectáculo. Yo lo visitaba con frecuencia. Ahora parte el alma verlo cerrado lleno de polvo. Un atentado a la buena cultura.