Texto: Redacción Cuba Noticias 360
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Jose Raúl Mulino, recién electo presidente de Panamá, tomará el poder en julio, pero desde ya levanta preocupaciones por parte de la comunidad de migrantes ante la decisión de cerrar el punto fronterizo en la selva del Darién con Colombia y evitar el tránsito de miles de ciudadanos de varias regiones.
En poco más de 4 meses del 2024 han cruzado casi 120 mil personas, en una crisis migratoria que cada vez es más alarmante. Para intentar frenar este panorama, el mandatario habló de usar la tecnología y el de las repatriaciones masivas de los migrantes que atraviesan por la zona.
“No pondré una cerca en el Darién, es imposible. Hay tecnología que se puede usar y sobre todo desincentivar el ingreso de la población migrante al país”, expuso.
La idea es proteger la frontera y controlar el espacio panameño, más allá del despliegue de patrullas fronterizas. Recordemos que Mulino conoce muy bien este escenario, pues fue Ministro de Seguridad de Panamá entre 2010 y 2014.
“Tengo que tener toda la información de seguridad pronto para poder saber a qué nos vamos a enfrentar”, aseguró.
Mulino tiene la idea de repatriar a los migrantes a sus países de origen. “Trataré en lo posible de repatriar a quienes se pueda. Necesito que esta pobre comunidad que llega en condiciones infrahumanas, a veces sujeta a tráfico de personas o manipulada por bandas criminales internacionales, sepa que Panamá no es la panacea. Somos un país que tiene sus limitaciones y esto nos cuesta una fortuna”, detalló.
Sobre su similar colombiano Gustavo Petro, el país por el que atraviesan los migrantes antes de adentrarse a Panamá, expuso: “Pretendo tener una cordial y positiva relación con el presidente Petro porque es el presidente de Colombia, nuestro vecino (…) En Colombia, tienen la puerta de salida y nosotros tenemos la de llegada, no para Panamá, sino para los Estados Unidos”, añadió.
Mulino se ha comprometido con un renacimiento económico para Panamá, retomando el auge vivido durante el gobierno de Martinelli.
