Foto: Wikipedia
Texto: Redacción Cuba Noticias 360
El programa estelar de la televisión cubana que lo lanzó a la popularidad dejó de transmitirse en 2013, pero Miguel Moreno Rodríguez siguió siendo para toda Cuba La Llave de Deja que yo te cuente.
Con su habitual camisa roja, su bolígrafo y el talonario en el que imponía multas a derecha e izquierda, su personaje icónico forma parte del imaginario humorístico insular, una especie de inspector por excelencia que ha trascendido el espacio televisivo donde surgió y ya tiene vida propia.
Como La Llave se presentó por estos días en el espectáculo ¿Quién llegó primero al mundo?, en el Teatro Astral, que celebró los 35 años de vida artística de Carlos Gonzalvo, el célebre Profesor Mentepollo; y como La Llave se involucra también en una obra que está a punto de estrenarse, junto a Osvaldo Doimeadiós y su proyecto Nave Oficio de Isla.
Guantanamero de origen y aplatanado en la más oriental provincia cubana hasta hace poco, Miguel Moreno ha comenzado a instalarse en La Habana, no tanto por sus compromisos laborales, que conseguía mantener en agotadores viajes de ida y vuelta; como por la presión de su hijo menor, Mario, estudiante del Instituto Superior de Diseño, quien condicionó la decisión de su padre de permanecer más tiempo en la capital que en Guantánamo.
Con anterioridad se había liberado también de sus funciones como abogado, que ejercía en paralelo al humor y que, no obstante, disfrutaba como profesión.
Así lo confesó el propio Moreno en una reciente entrevista que le realizara Marino Luzardo en Mediodía en TV: “Era difícil para mí llevar casos serios y complicados en el Bufete Colectivo de Guantánamo y simultanearlos con el humor —aseguró—. Algunos clientes llegaban y me contrataban con reservas pensando que iba a tirar el caso a relajo. Me costaba que la gente me tomara en serio, pero una vez en el juicio el humor me servía como instrumento para dirigirme al público, al juez, me ayudaba a distender la tensión”.
Su labor como abogado le sirvió, incluso, para su faceta humorística, porque no pocos casos reales inspirarían luego guiones de Komotú, agrupación de las Artes Escénicas a la que llegó en 1995 y de la que no piensa desprenderse nunca, porque es como una gran familia.
Con Komotú ha ganado no pocos festivales Aquelarres y apareció por primera vez en la televisión nacional en el programa ¿Y tú de qué te ríes?, dirigido por Ulises Toirac. Pero su fama nacional la obtuvo en solitario, con aquel inspector ocurrente que viraba al revés El Taller y salía de escena con su frase típica: “Y me retiro, digo, si no hay dudas”.
Moreno, a diferencia de La Llave, ni sale de escena, ni se retira; se mantiene creando desde La Habana como garantía de cuanto espectáculo lo incluya en su nómina. Al menos eso revela Carlos Gonzalvo, compañero de trabajo y amigo desde hace décadas: “Miguel Moreno es de esos artistas de los que uno siempre dice: Yo lo quiero en mi equipo”.
Qué bueno cuanto me alegro pues ese programa es muy importante para todo el pueblo cubano, por ser Luis Silva un buen actor humorista.Bendiciones para todos.
Saludos, mi respeto a quienes lo han cultivado. Miguel es aceptado en este país porque siempre sera cubano y » lo mejor que hace es «no hacer politiqueria.» Además tiene la bendición de no ser familiar de nadie importante en Cuba. Personas como Miguel hacen mucha falta en Cuba.
Qué bueno tener noticias frescas de nuestro emblemático inspector .
Muy convincente, admirado y querido por todos.💯❤️
Si supiera que leería el comentario le pediría que no abandone su agenda y su pluma…anda mucha » indisciplina » impune por estos tiempos que corren.
Mis respetos, y un cordial saludo.⭐⭐⭐⭐⭐